Opportunism

claudicación, es la gran fuerza de los jesuitas. Son indulgentes porque saben que el mundo no puede ser gobernado por la severidad. Su arte consiste en encauzar las pasiones, ya que sea imposible enfrenarlas, y la educación que dan a los hombres es la más adecuada para no ser vencido en la lucha por la existencia. Al hacernos cautos, astutos y un poco hipócritas han querido demostrarnos una humillante realidad; que la Tierra es una manada de zorros, en la que no se conquista nada con otras armas más nobles.
MANUEL BUENO Lo sucedido luego, todos lo sabemos. Todos conocemos la nota de paz del Santo Padre: fel parto de los montes!
Su Santidad propone que se vuelva al Statu quo ante bellum! Lo cual significa para nosotros que se devuelva la vida a los millones de homibres que la han perdido; que se devuelva la salud a los otros; que se restablezcan los monumentos destruidos, las ciudades y campos asolados, etc. etc. de modo que podamos exclamar: jaqui no ha pasado nadal que creamos luego otra vez en la palabra de los gobernantes de Alemania, etc. etc. Oh padre bendito!
el partido católico. Se habia logrado modificarla en el sentido de que los jesuitas pudieran residir individualmente en el Imperio.
Su derogación completa amplía su derecho a establecerse como comunidad y a ejercer funciones eclesiásticas. Consecuencias políticas de esa medida? Probablemente, ninguna que pueda aprovechar el Gobierno de Berlin. La recia disciplina de la Compañía de Jesús se ha quebrantado mucho con la guerra, y no lo digo en desdoro de la Orden, sino con admiración. Esa gente, a la que suponiamos únicamente preocupada de lo temporal e inaccesible a todo sentimiento desinteresado, está procediendo, por lo menos, humanamente.
Cierto que el padre Ledochwsoky, general de la Orden, y los jesuitas austroalemanes no recatan sus simpatias pro Germania. pero no es menos verdad que los jesuitas franceses están sirviendo a su patria con las armas, y que no pocos jesuitas italianos han caido honrosamente en la linea de fuego por defender su bandera. La residencia general de la Orden en Roma, no obstante el ser su jefe austriaco, ha organizado ambulancias en el ejército italiano, y el Colegio germánico se ha convertido, por disposición de los jesuitas, en hospital de sangre.
En España, la actitud de los jesuitas ha sido digna y neutral. Acusados de sostener en Gijón un aparato de telegrafia sin hilos para comunicarse con los submarinos, se apresuraron a demostrar que la imputación era calumniosa, y no se ha dado todavía el caso de que ninguno de sus predicadores haya defendido en público la causa de ninguno de los dos bandos beligerantes. No es bastante, tratándose de una Orden tan atenta a las fluctuaciones de la politica mundial y tan comprometida en la evolución de los intereses materiales? Los jesuitas dan con eso una nueva prueba de su oportunismo, de su adaptación a las exigencias de la realidad.
Por ser demasiado humanos tal vez, se les haya zaherido con exceso, regateándoles autoridad moral para dirigir la conciencia del hombre. Su defecto es el conocer los limites de nuestra capacidad para el bien.
Eso, que a los ojos de un cristiano puro supone una Los famosos libros Don Luis Parral Cristóbal, catedrático en el Instituto de San Isidro, es autor de un estudio analitico sobre Educación social (con la licencia del cardenal de Valladolid) que bien merece, por el hondo sentido que encierra, un pequeño estudio, aun con el sentimiento de no poder elevarlo a mayores proporciones.
En primer lugar resplandece en todo él la originalidad. De haberse limitado, mezquinamente, a copiar otros autores, no nos habría proporcionado, a ciencia cierta, los buenos ratos que hemos tenido. He aquí el sistema de educar suyo en que encontramos la sencillez más absoluta. Los que van por la calle por 56 57 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.