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a las manos más hábiles y a la inteligencia y corazón más rectos.
privada, no creemos que pueda hablarse del candidato conservador sino en los términos del más hondo y sincero respeto. El Espectador, en sus columnas editoriales, dice. Suárez tiene toda la talla que la situación requiere.
Aparte su versación en los asuntos de Gobierno, es superior a la mayoría de nuestros hombres de Estado; aparte su talento, es faro común a todos los colombianos. mún a EL PENSAMIENTO ALEMÁN La guerra es un instrumento de progreso, un regulador de la vida de la humanidad, un factor indispensable de civilización, un poder creador.
En El Tiempo dice el Dr. Santos. Nos parece una puerilidad tratar de sostener que hoy, no es algo terriblemente fuerte la candidatura presidencial del señor Suárez. Ha sido proclamada por la Junta de conservadores del Congreso, con las solas excepciones del grupo disidente, descontada de antemano, y de dos representantes vinculados por estrechos lazos de familia al General Pedro Nel Ospina; ha sido aceptada por todos los Directorios conservadores organizados en el país, con exclusión, claro está, de los disidentes; cuenta con el apoyo franco de las instituciones de más eficacia política que hay en Colombia, el poder electoral y el poder eclesiástico; está respaldada por un partido que en las últimas elecciones logró elegir sesenta y uno de los noventa y dos Representantes que componen la Cámara. Después de manifestar que los republicanos jamás podrán adherirse a la candidatura Suárez. y que deben perseguir el triunfo de otra que encarne mejor sus principios y sus ideales. emite El Tiempo los siguientes conceptos sobre el señor Suárez. No quiere esto decir que pudiéramos nosotros aceptar contra el señor Suárez una campaña como la esbozada por los disidentes, campaña que en nuestro sentir se destruyó a sí misma por un exceso de violencia y quizá de injusticia. En materias internacionales, por ejemplo, pensamos que durante los últimos cuatro años, siempre estuvo la razón de parte del señor Suárez, y contra sus adversarios, y en el campo de la vida Lo que deseamos es menester que lo logremos, aun a riesgo de una guerra.
Es un error bastante grave creer que no se debe nunca provocar o fomentar una guerra.
Haciendo caso omiso de todas las circunstancias políticas, podemos imaginar muy bien una ofensiva alemana contra Francia, dirigida de tal modo que el ala.
norte de las fuerzas alemanas avance a través de Holanda y de Bélgica. Un triunfo de los alemanes en: Bélgica, los llevaría inmediatamente sobre París y sobre las vías de abastecimiento del Ejército francés.
GENERAL VON BERNHARDI 47 46 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.