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EOS EOS 379 378 fícil y no previsto problema moral que ellos vienen a plantear. Qué diríamos si alguien fuera a reclamar gratitud y admiración hacia Alemania, al hijo de la belga violentada por el soldado alemán, feroz y rapaz?
Pues señor mío, los centro y sudamericanos somos también hijos de la muerte.
El amor sentimental de raza nosotros debemos guardarlo únicamente para los indios. Los otros amores habrán de ser de razón y conveniencia. En este momento de guerra, gr. podemos ponernos del lado de los aliados, o del lado de Alemania, según sean nuestras ideas y convicciones, nunca del lado de España, que no hace más por ahora que tambalearse, en triste irresolución.
Del señor Editor, muy obsecuente GONZALEZ Empleado de Comercio enseñado a hablar la más hermosa, la más sonora de las lenguas, y que por civilizar al Nuevo Mundo se desangró, se enflaqueció como Roma para civilizar el Antiguo. Mueran los gachupines! fué el primer grito de mi patria; y en esta fórmula terrible se encuentra la desespañolización de México. Hay algún mexicano que no haya proferido en su vida estas palabras sacramentales? Yo, uno de los más culpados, debo al Sr. Castelar, a quien admiro, una explicación razonada, sobre por qué, en unión de mis conciudadanos, reniego de la nación que, creyendo descubrir en la frente de Colón un camino seguro para robar a los portugueses las Indias Orientales, tropezó con nosotros, y desde entonces se ha complacido en devorarnos.
Renegamos los mexicanos de la patria de usted, señor Castelar, del mismo modo y por las mismas razones que usted reniega de ella. Hénos aquí fieles a sus inspiraciones. qué época de la España quiere usted que nosotros pertenezcamos. Imitaremos a la España actual, donde usted, admirable escritor, es visto como un paria? No, usted no canoniza el robo del guano ni los asesinatos de Santo Domingo, ni la esclavitud de Cuba; llamándose usted demócrata, ha dicho sobre la España de hoy: anatema! Imitaremos a la España que Carlos II el Hechizado, especie de Maximiliano por derecho hereditario, abandono como un cadáver a los buitres de Austria y de la Francia? No; hasta los mismos españoles se avergüenzan de esos tiempos que para la religión y el despotismo aparecen como los más envidiables. Tampoco nos designará usted como modelo, la España de los La desespañolización El brillante escritor Emilio Castelar, ha dejado correr de su pluma estas palabras. Renegáis, americanos, de esta nación generosa que tantos timbres tiene en su historia, tantas prendas.
en su carácter, tantos fulgores en su civilización. Renegáis de este país, el único que supo leer en la frente de Colón el enigma de vuestra existencia. Renegáis de este país que ha fundado vuestros puertos, que ha erigido vuestros templos, que os ha dado su sangre, que ha difundido su alma en vuestra alma, que os ha Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.