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EOS EOS 354 355 musical que viene de más allá del Rin, rica en profunmoral. De lejos aplaude heroísmos, el que estudió en da sensibilidad, en indefinida «gemüth. inquieta y libros célebres las vidas ejemplares. Romain Rolland lírica, a redimir la sequedad francesa y a aceptar en un escribe Henri Massis, representante de violentas geesfuerzo de madurez su lúcida preeminencia. No sin neraciones francesas parece un corazón universal: curiosas reservas, porque este notable escritor que adama a todo el mundo, sin duda porque no puede amar mira a Gothe prefiere la crepuscular indecisión del a su padre, a su patria, a Dios, filiación de la paterinstinto a la viril rudeza de la razón. En él revive un nidad. Se proclama idealista en el choque de los inhumanitarismo retórico, un Rousseau modernizado, el tereses vulgares, pero el verdadero idealista «se bate, fervor democrático y los salmos a la gran patria sin da su vida a algo que juzga más grande que su propia fronteras. Edifica «la ciudad de Dios» no como los existencia. En el solitario de la Ginebra presente busmísticos en la celosa intimidad de la conciencia, sino can refugio las almas sin virilidad. todo lo que no en pleno foro, en medio de épicos vientos, sobre el tutiene patria, ni casa, ni enseña. Severa acusación exmulto de los rencores humanos. Ha condenado la replicable en una hora solemne en que callan las voces sistencia como el búdico profeta de Yasnaïa Poliana: universales. Todo pontificado de unión, de Roma, de «Es buena la derrota, la derrota voluntaria, consentida, Helvecia, de Washington, olvida la angustia de ideabuscada. Decid a la Francia enhiesta que será «mala les castizos y el desfile de ideologías agresivas sobre su victoria» y que un fracaso nacional la curaría de las tercas trincheras. La patria obstinada y gloriosa antiguos males, y os creerán importuno humorista que considera a la humanidad y a sus apóstoles como disuelve «la unión sagrada» o espía envidioso del gran usurpadores de energía y ladrones de un amor neceresurgimiento.
sario. Fuerzas y pasiones locales resurgen majestuosaFrancés, de herencia moral, alemán de simpatías mente contra el vago internacionalismo de antaño.
musicales, vástago de civilizaciones contradictorias, Rolland levanta su evangélica tribuna en una encrucipatriota de una futura Cosmópolis, Rolland acepta los jada de odios. Gesticula mientras el mundo combate dones de todas las razas en su suntuosa tienda nómay sangra, y caen en el cotidiano holocausto, los icones da. Los elementos más divergentes caen «en la fragua de beatos pacificadores.
ardiente de su corazón, las fuerzas que niegan y las Músico y crítico, biógrafo de vidas heroicas coque afirman, enemigas y amigas, todo el metal de la mo la de Beethoven, profesor de armonía, predicaba vida. Resuelve las antinomias en un supremo culto a unión a pueblos desconcertados. Un ensayo de concila vida, al instinto sabio, al misterio de fuerzas subteliación trascendental, Jean Christophe, moderna odirráneas que traen, al mundo dividido, una segura unisea en muchos volúmenes minuciosos, encanta a los dad. Odia la mutilación de la vida, el nó impío con pacifistas, es leído en Francia y admirado en Alemania que condenamos aspectos de su riqueza esencial. Prag por generosas y libres juventudes. Historia de un alma Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.