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346 EOS EOS 347 queza, el buen humor y las ironías socráticas de este araucano y Caupolicán en literatura filosófica me admiran mucho, aunque bien poco me sorprenden, siendo como es verdaderamente chileno de su tiempo. Germanófilo hasta cierto punto, como todos los suyos y con suficiente razón, deja sus personales simpatías de lado y parece sacrificarlas en aras de su patria. Eso parece y es lo justo, lo razonable y lo racional, y expresado con gracia, como evidentemente resulta de la presente lectura, es, asimismo bello y bueno cual importa que sea todo en la vida humana para hacerla digna de vivirse, con todo y sus dificultades.
IV. Este número cuarto del folleto que se describe aquí, es doble, a y b, porque contiene dos discursos del abogado argentino don Belisario Roldán. Veo por el retrato, que su cabeza se parece mucho a la de nuestro don Ricardo, por defuera, y creo que por dentro también. La grande oración patriótica titúlase: La actitud de Alemania y de Inglaterra respecto de la Argentina. Habré de hablar claro y alto. dice el orador. La República Argentina necesita, desde luego, evitar el ridículo. Un país de la América Española, que se declarase en estos momentos en estado de guerra con los imperios centrales o con los aliados se habría caído de bruces en el campo de la opereta. La neutralidad, con ser un sinónimo de abstención, nos queda grande.
Ni aun eso podemos ser; somos menos que neutrales, mal que nos pese. No somos, no podemos ser sino espectadores pasivos de la gran tragedia, y apenas si nos estaría permitida una rogativa, por otra parte inú.
til. ad petendam pacem. Por ahí marcha el popular discurso, tomado de La Prensa de Buenos Aires. del Diario Ilustrado, de Santiago, toma el editor las brillantes palabras del Dr. Roldán a La juventud argentina. Así empieza. Bien hace la juventud en expresar su júbilo sereno. Jamás en el curso de todas nuestras disidencias internacionales, la República fué objeto de una explicación más cabal que la que acaba de recibir del gobierno de Alemania, además de un desagravio en forma concluyente. Se refiere al caso del buque Monte Protegido, y termina diciendo: si otro Monte Protegido corriese la suerte del anterior, el pueblo debe estar preparándose ya para responder con el silencio, y pensar que la dignidad argentina no puede estar a merced de la osadía de éste o de aquél comerciante. Conviene recordar que estos discursos fueron pronunciados en Abril del corriente año, y que algo ha sucedido ahora, cuando el Senado de Buenos Aires autoriza al Poder Ejecutivo para despachar un diplomático alemán. Cierto que así no cesa, precisamente la neutralidad, o lo que sea, como tampoco hubo guerra con Inglaterra cuando echaron de Madrid, sin mayor finura, al Embajador de la Gran Bretaña, por ciertas insolencias que se había permitido. los ingleses, siempre hábiles buscadores, dieron con un novísimo verbo para su Diccionario Nacional. Por qué no han de poder los chicos dar puntapiés morales a los grandes?
Lo sucedido, lo sabemos ya, gracias al Departamento de Estado de Washington, que ha publicado algunos telegramas del Conde de Luxburg (Encargado de Negocios de Alemania en Buenos Aires) a la Oficina de Relaciones ExEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.