308 EOS ¡Vamos!
residencia. Esta legislación dará vida a un nuevo problema de doble nacionalidad semejante al que ya existe sin resolver entre las naciones del antiguo y las del nuevo continente respecto a la nacionalidad de nacimiento. Deber es, pues, de los Gobiernos americanos acentuar el principio establecido en sus Cartas constitucionales, evitando este nuevo conflicto que podría mos llamar de orden artificial. Para ello considera conveniente el infrascrito que en lo sucesivo, para el otorgamiento de cartas de naturalización se exija a los solicitantes un certificado expedido por el respectivo agente diplomático o consular, en el cual se exprese si, de acuerdo con la legislación del pais de origen del interesado, éste pierde su primitiva nacionalidad.
Lo que trascribo a para los fines convenientes y a fin de que se sirva poner lo anterior en conocimiento de los Gobernadores de su dependencia.
Dios guarde a Por el Ministro Firmado, VILLARROEL LEAL Musa, ven! reprimo el llanto y destierro este quebranto de mi herido corazón.
Pido ayuda a mi entereza y levanto la cabeza con heroica decisión.
De la abrupta senda mia ¿No me queda todavia largo trecho que pasar. Oh dolor, cómo me abates. son tantos los embates que aun habré de soportar!
Ni los gases asfixiantes que se desprenden de las trincheras alemanas ni la retórica, más asfixiante aún, con que germanos y germanófilos exaltan su moralidad, lograrán sofocar a la rebelde verdad. Esta verdad es que la guerra monstruosa a que asistimos atónitos los humanos ha sido meditada largo espacio, preparada y provocada por una nación europea con el exclusivo fin de dominar moral y materialmente a las otras.
ARMANDO PALACIO VALDES (De La guerra injusta, Cartas de un Español. Pero no, yo te bendigo ¡buen dolor, mi gran amigo!
Como el polvo, del crisol, de ti salgo reluciente, depurada, más valiente, imposible, cara al sol!
Nuevo aliento en mi se expande que me impulsa hacia lo grande, a la humana perfección.
Siento anhelos de ser buena, tolerante, dulce. Llena queda mi alma de tu unción.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.