274 EOS EOS 275 las almas sin quicio buscan uno cualquiera y se agarran al primer palo que encuentran entre los remolinos de las corrientes. Hasta los más impersonales buscan personalidad, y la encuentran, aunque sea pegadiza y de prestado. Hasta los limacos buscan concha y se meten en la de cualquier caracol que hubiese muerto.
Todos necesitan armadura, y el que no la puede echar de dentro, hacerla de su piel, de su carne y de su sangre, se reviste de la primera que encuentra sobre un cadáver. no hay hipócritas. El que cree fingir no finge, y ni siquiera engaña con su fingimiento. Le digo que no Yo. Bien. y qué idea nueva saldrá de todo esto?
EL. Idea nueva. qué es eso de idea nueva. Es que hay ideas nuevas? Ni hay ideas ni hay almas nuevas. Cuando empezó este nuevo mundo había las estrellas que hoy hay y las almas y las ideas que hayCambian las almas de cuerpos, pasando de unos en otros, y hacen distintos hombres y cambian de palabras las ideas haciendo distintos pensamientos. La misma alma en dos o tres cuerpos distintos hace dos o tres hombres distintos, y la misma idea en dos o tres palabras hace dos o tres pensamientos. La misma cosa dicha en diversos idiomas se hace cosas diversas.
Yo. Filósofos ha habido para sostener que no hay más que una sola alma repartida entre los diferentes hombres.
EL. Sí, y una misma idea repartida entre las diferentes manifestaciones o representaciones de ella.
Yo. Eso me huele a hegelianismo.
El. No le dije que, merced a la guerra, metafisicábamos o hegelianizábamos todos?
Yo. Es lo mismo acaso metafisiquear que hegelianizar?
El. Claro está!
Yo. Entonces todos nos estamos, en cierto modo, prusianizando.
EL. No ha arrastrado Prusia a todos a la guerra?
Yo. Sí!
El. Pues ya ve que si, para acabar con la guerra, han tenido que hacerla aquellos a quienes se les llevó, bien a su pesar, a ella, para acabar con la metafísica tendrán todos que metafisicar.
Yo. acabarán con ella, con la metafísica?
EL. Antes con la vida!
Yo. acabarán con la guerra?
El. Con ésta, con la que llaman esta guerra, sí; ipero con la guerra no! Se acaba con una vida, con la de este o aquel, como se acaba con un hombre y con un pensamiento, con la encarnación de un alma en un cuerpo o la de una idea en una palabra; pero con la vida no se acaba, como no se acaba con un alma ni con una idea. así no se acaba con la guerra. La vida, la guerra, el alma y la idea son inmortales.
Yo. la muerte y la paz y el cuerpo y la palabra?
EL. También son inmortales. Pero es porque no pueden morir.
Yo. los otros?
El. Porque no deben. Dios no debe morir! dicho esto, volvió a fundirseme en la niebla.
MIGUEL DE UNAMUNO (De Nuevo Mundo. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.