EOS 235 EOS 234 naturaleza es la concepción monista. Según esta concepción (que es la de los materialistas, teósofos, etc. el hombre no difiere esencialmente de los otros seres: la diferencia es de grado. Las concepciones monistas pueden dividirse en dos clases: Las que suponen que la naturaleza no llega a la conciencia de sí o sentimiento de existencia sino en el hombre; Las que suponen que el espíritu ha precedido a las manifestaciones corporales, no siendo el universo entero sino la concretización de la ideación del espíritu universal, llamado Parabrahm, Absoluto no manifestado, etc.
Según estas últimas teorías, el alma humana. no es más que una limitación, una partícula del espíritu universal, del espíritu divino. esta alma humana, individual, debe progresar, debe esforzarse por desprenderse de las manifestaciones concretas y limitadas, para acabar por ser reabsorbida en el Nirvana, en el Absoluto. Estas doctrinas son, propiamente hablando, doctrinas panteístas. Tienen la pretensión de ser espiritualistas y son en el fondo esencialmente materialistas. Queda la concepción de que el hombre está formado por una doble naturaleza: de un lado el organismo, material, siempre corporal o incorporal (memoria. de otro lado el alma o factor psicogénico, inmaterial, simple. Aquí también pueden ser formuladas dos hipótesis, y las dos han sido formuladas, aunque sólo una de ellas pueda ser verdadera. La hipótesis es la de que las almas son simples, indivisibles, inmorta1 asi se comprende el que algunos de sus prosélitos puedan hablar de «metafisica de la física o materia. I) y lo hagan con tan poco acierto como el que tendrian los «materialistas que quisieran hablar de la mateles o eternas en cuanto al futuro, pero que fueron creadas en el pasado por un ser todopoderoso, absoluto, denominado Creador o Dios. La hipótesis es la de que las almas, seres simples, indivisibles, son eternas en el futuro y en el pasado, que existieron siempre y existirán siempre.
Desde el punto de vista lógico, las almas, si han sido creadas, son los efectos de la causa creadora y, por consiguiente, no pueden ser libres, en el sentido verdadero de la palabra. Para que exista libertad, debe existir causante real, y sólo un ser eterno puede ser causante real. Todas las concepciones relativas a la naturaleza del hombre y del Universo, por variadas que sean, se reducen a las tres que hemos enunciado y que volvemos a indicar: La concepción monista (de los verdaderos materialistas, de los idealistas, panteístas, teósofos, etc. La concepción dualista, con almas creadas e inmortales (de los católicos, por ejemplo. La concepción dualista, con almas increadas sy eternas (de los colinsistas o, mejor dicho, logo arquistas. Las dos primeras concepciones destruyen la libertad en el hombre. Unicamente la tercera le asegura al hombre dicha libertad. Cuál de las tres está en lo cierto?
La tercera, respondemos.
Estamos listos para demostrarlo y nos ponemos a la disposición de los interesados. LAFOSSE rialidad de lo inmaterial, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.