EOS 197 196 EOS ¿O es que quiere atormentar mi vejez? No, yo no quiero atormentarla ni siquiera producirle el más pequeño perjuicio. Por qué causa, entonces. por qué razón? Yo quiero ayudar a los aliados porque las fuerzas del bien están con ellos; porque ellos pelean por la espiritualidad en contra del militarismo y las tendencias materialistas: porque estoy convencido de que mi deber como ser humano es ayudarles y porque no encuentro incompatible mi deber como hombre con mi deber como hijo. Mi amor y mi gratitud para usted son siempre los mismos, ahora soldado como ha poco estudiante de medicina. Mi mano no trata de herirla, porque está consagrada a un deber santo. Si usted quiere comprenderme hallará que mis intenciones son sanas y justas.
aliados, aunque no con toda la sinceridad y pureza que pertenece a los ángeles de Dios, son hoy día los representantes de la espiritualidad, de nuestra civilización en su sentido más grande y sublime. El materialismo mal entendido, en su degeneración, parece ser el amigo favorito del pueblo en contra del cual los aliados luchan.
Así bien, siguiendo aquella costumbre de los espartanos, que cada cual debía participar en pro o en contra de las tremolinas que se armaban en las calles de Esparta, hoy he tomado parte en esta lucha, del lado que me parece ser el honroso. Creo que lo que concierne al bienestar de la Humanidad me concierne directamente a mí y considero mi deber tomar parte en las glorias o en los reveses de la Humanidad.
La Valbonne, Mayo 22, 1916.
Mayo, 1916.
Me encuentro en el ejército francés, al presente En su última carta me pide que le escriba tan pronto preparándome para encaminar mi aventurero paso a como pueda y aquí va ésta a cumplir su deseo. Yo no la región de la muerte y del sacrificio: a la frontera.
sé ni qué decir ni cómo decir lo poco que desearía esTú te preguntarás. conque Quijotes tenemos todavía cribirle, pues me encuentro en una posición bastante en el siglo xx? Sí, amigo mio, hay Quijotes aunque anormal, sin tener otra excusa para disculpar mi conno existan Cide Hametes para que escriban sus hisducta que mi conciencia y sin poder disipar por comtorias. Que qué viento me ha soplado en la cabeza pleto una acusación que yo siento sobre mi cabeza: la para que me meta en tan escabrosa aventura, peor de la ingratitud. injusta talvez. pero en verdad muy que la de los molinos de viento? Allà va mi explicajusta en sus labios. Que por qué la he de hacer sufrir ción y tú juzga.
con mis disparates y quijotadas. Que por qué me comLa guerra que el presente llena de luto, de dolor plazco en mortificarla? Todas estas interrogaciones las y de angustia, a toda la tierra, para mí, más que la siento y me llegan al alma porque vienen de Ud. cuya lucha del más fuerte es la lucha de principios, de devoción aprecio y comprendo: de una madre cuyo ideales en contra de deseos materiales. Creo que los amor ha sido tal vez su propio martirio. Sin embargo, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.