Núm. 43 AGOSTO Año 1917 San José, COLECCIÓN EOS ELIAS JIMÉNEZ ROJAS, Editor Pepe Acuña Engalanamos hoy las páginas de nuestro periódico con el retrato de un costarricense ilustre. No importa su corta edad para aplicarle con justicia el calificativo, desde luego que en las grandes consagraciones de la Justicia entran por igual y pesan de idéntico modo todas las razas, todos los caracteres y todas las vidas; de igual modo que caben en el Templo de la Gloria todos los Dioses y en los espacios infinitos del cielo todos los astros. No es otro el comentario que florece en el espíritu, con el vigor de las rosas mañaneras de mayo, al contemplar el espectáculo de aquel muchacho que a vuelta de grandes triunfos en el Liceo de Costa Rica, corona lucidamente su bachillerato y que convertido por la vocación en distinguidísimo estudiante del Guy Hospital de Londres de donde surgieron inolvidables figuras, trueca de repente su bisturi de futuro cirujano por el fusil del granadero y cambia el vasto espacio de la investigación fisiológica por el estrecho asilo de una trinchera, en donde se juegan, en el minuto actual de la llamada en son de fisga Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.