EOS 155 154 EOS PALABRAS DE GUILLERMO II cia y avidez, juegan con la sangre y la vida de millones de hombres.
Dios os lleva a la victoria.
Recorred el camino con Dios.
Dios está con nosotros.
Dios os dé la paz.
Capellán HOEFLER (Sermón impreso en alemán y en francés. La sangre de las mujeres inocentes y de los niños está pegada a los sables alemanes.
Pastor protestante FRANCK (Fragmento de un sermón. Dios ha estado y está con nuestros heroicos soldados, al Este y al Oeste, en el mar y en el aire.
Ha estado y está con nuestro pueblo alemán, que arde en la determinación de luchar hasta más no poder y en la confianza en la victoria final.
Esta guerra es para todos una prueba del mayor rigor. Con suma valentía todos hacen cuantos sacrificios son necesarios. Todos los alemanes manifiestan una poderosa confianza en Dios.
Con Dios han marchado nuestros soldados a esa guerra, que nos ha sido impuesta y en la cual luchamos por la existencia y la libertad de nuestra muy amada patria, como también por los sagrados tesoros del cristianismo y de sus beneficios: la Kultur. Cuántos actos heroicos se han efectuado ya bajo la mano protectora de Dios, con nuestro jefe el Emperador y los príncipes alemanes que están a nuestro frente!
Debemos considerar la guerra a la luz de nuestra fe.
CARDENAL ARZOBISPO DE COLONIA (Carta pastoral)
No deis cuartel. Sed tan terribles como los hunos de Atila. Manifiesto al cuerpo expedicionario de China. Reclutas: Acordaos siempre de que el Ejército alemán debe estar listo para combatir a los enemigos que pudieran surgir entre nosotros, tan terribles como los del extranjero. La incredulidad y el descontento suben hoy por todo el país hasta un punto hasta ahora desconocido. Por lo tanto y cuando menos lo penséis, podréis tener que disparar contra individuos de vuestra propia familia o que andar a sablazos con padre, madre, hermanos o hermanas. Sobre el particular mis órdenes han de ejecutarse con brío y sin murmurar, como cualquier orden que se os dé. Tenéis que cumplir con vuestro deber, sin atender a la voz de vuestro corazón. ahora, id a vuestras nuevas obligaciones. Alocución a los reclutas de Potsdam. Dios nunca se hubiera tomado tanto trabajo para con nuestra patria alemana, si no nos hubiera reservado un gran destino. Somos la sal de la tierra. Dios nos ha creado para que civilicemos el mundo. Del discurso del Kaiser a su salida para Tánger en 1906. Llegó la hora de tomar las armas. El enemigo nos ataca en plena paz. Manifiesto del de Agosto de 1914. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.