I 22 EOS EOS 23 la paz.
Pero conviene una más estrecha unión. Séame, pues, permitido, Señor Rector, formular un voto, enunciar una esperanza: Que cuando venga la paz y salga Europa de la pesadilla que la aflige, puedan algunos de vuestros profesores ir a París, a nuestra gloriosa y antigua Sorbona, a hablar de Noruega a Francia, así como he tenido yo este inolvidable honor, que será el orgullo de mi vida, de venir a hablar de Francia a vuestra Noruega.
CHARLES RICHET Profesor de Fisiologia en la Facultad de Medicina de Paris. Traducción de Elias Jiménez Rojas, discipulo de Richet en 1893. espada que ha de atajar las fuerzas maléficas que quisieran apagar esa antorcha.
Me asiste cierto derecho para hablar así; porque, a.
pesar de los sarcasmos y las injurias, he luchado y lucharé aún hasta el fin de mis viejos días, por defender Pero una paz que no estuviera fundada en la justicia, que oprimiera a los pueblos pequeños, que no concediera a los ciudadanos de cada país el derecho de ser ciudadanos, que permitiera a teocracias o autocracias o aristocracias arrogantes la opresión de los débiles y de los pobres, tal paz me causaría horror. Necesitamos una paz sincera, una larga paz, instituída sobre la independencia de las naciones, grandes o pequeñas, y la libertad de los ciudadanos, nobles o proletarios.
Día vendrá, próximo o remoto. quién sabe? en que reine una libertad pacífica que permita a la ciencia proseguir su marcha conquistadora, que sólo sus conquistas son hoy legítimas. ese día, las relaciones entre los sabios y los hombres de los diversos países se harán más estrechas, particularmente entre noruegos y franceses, pues nos conoceremos mejor y conocernos será amarnos.
Todos sabemos en Francia que tenéis maestros como Wärgeland, Bjornsön y sobre todo Ibser; Ibsen, uno de los más grandes dramaturgos no solamente del siglo xix sino de todos los siglos; Ibsen, cuyo nombre puede ser asociado a los de Shakespeare y Moliére.
Vuestros exploradores Amundsen y Nansen son populares entre nosotros, y representan, en su esplendor, cuanto la audacia y la prudencia, el heroísmo y la habilidad pueden inspirar a almas humanas.
FLORILEGIO La Mentalidad Alemana Pensamientos de catedráticos La fuerza está por encima del derecho.
HAECKEL El Estado es esencialmente fuerza de guerra. Tiene todos los derechos.
Sin desaparecer por el mismo hecho, un Estado no podría admitir lógicamente como superior, ningún tribunal cuyas decisiones tenga que acatar. Entre Estados sólo puede reinar la guerra. El conflicto es la esencia misma y la regla de las relaciones entre los Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.