70 IOS EOS 71 porque eres joh águila sublime! el alma de la Raza Latina.
CARLOS GAGINI Hé ahí el secreto de vuestra eterna juventud, hé ahí por qué vuestra institución reverdece cuando el mundo se avejenta. Todo se une y se abraza en vuestro seno. En otras partes la literatura y la sociedad son cosas distintas, profundamente divididas. En nuestro país, gracias a vos, se compenetran. Nada os afecta el oir anunciar pomposamente la venida de lo que llaman otra cultura que pretende subsistir sin el talento: no paráis mientes en esa cultura que no hace al hombre ni más amable ni mejor. Mucho me temo que razas muy serias sin duda, puesto que nos enrostran nuestra ligereza, sufran algún desengaño en la esperanza que mantienen de conquistarse el favor del mundo por otros medios distintos de los que hasta hoy han dado el éxito. Una ciencia pedantesca en su aislamiento, una literatura sin jovialidad, una política taciturna, una alta sociedad sin brillo, una nobleza sin esprit, gentiles hombres sin cortesía, grandes capitanes sin sonoras arengas, no destronarán tan pronto, así lo creo, el recuerdo de la vieja sociedad francesa, tan brillante, tan culta, tan celosa de agradar. Cuando una nación, mediante lo que ella llama su seriedad y su aplicación, produzca, lo que nosotros con nuestra frivolidad, escritores superiores a Pascal y a Voltaire, más altos genios científicos que Alembert y Lavoisier, una nobleza más exquisita que la nuestra en los siglos XVII y XIII, mujeres más encantadoras que las que sonrieron a nuestra filosofía, un arranque más extraordinario que el de nuestra Revolución, más espontaneidad para abrazar las nobles quimeras, más valor, más don de gentes, más buen humor para afrontar la muerte, una sociedad, en una palabra, más simpática, más espiritual que la de nuestros padres, entonces y sólo entonces seremos vencidos. Crear un gran nombre, estampar medallones para la posteridad, no es dado a todos. Para ello es necesario vuestra colaboración. Lo que sin los Atenienses se hace está perdido para la gloria. Por mucho tiempo aún seréis vosotros los únicos capaces de discernir un elogio que haga vivir eternamente.
ERNESTO RENAN dirigiéndose a la Academia Francesa (Traducido por Carlos Jiménez Me pide usted una página sobre la Francia y ésto es pedirme que sueñe en voz alta, que divague por entre asuntos hermosos. Qué quiere usted? Cuando se va para viejo y no se cree en ninguna de las religiones establecidas por el tiempo y las costumbres, el pensamiento coloca en alguna parte el cielo que una madre creyente hiciera concebir. que muy humano es esto de no desprenderse tan así no más de lo que promete felicidad. La ilusión de aquel lugar de eterna dicha en el cielo, ha sido sustituida en mi imaginación por la de uno en la tierra, en donde todos los ensueños nobles se realizan, y este sitio quimérico lo ha colocado mi fantasía en Francia. Hacia ella, como los musulmanes hacia la Meca, Se dirige la Autora a don Mario Cruz, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.