50 EOS EOS 51 dar que al fin y al cabo cada individuo que toma parte en este movimiento de la producción no está haciendo cosa diferente a la que haría el hombre primitivo cuando debía treparse a un árbol para recoger frutos o esperar la calma de las olas para extraer peces del mar. Un hombre de nuestra época, aunque se dedique a una sola rama de una industria cualquiera, toma realmente parte en las demás industrias. Un sastre que trabaja en su oficio está virtualmente trabajando en un molino, por su porción de harina, en una panadería por su parte de pan o en otra comodidad que él obtiene cuando presenta el certificado de su trabajo en forma de moneda. es preciso no olvidar que el investigador, el filósofo, el profesor, el artista, el poeta, el sacerdote, etc. aunque no están directamente empleados, en la producción de la riqueza, están consagrados a producir para los otros un cierto número de cosas útiles, a procurarles satisfacciones intelectuales, para cuya consecución la producción de la riqueza no es más que un simple medio.
Además, todos estos hombres tienen el poder de aumentar considerablemente el poder productor de sus semejantes, en lo que concierne a esta misma riqueza, adquiriendo y difundiendo la ciencia, estimulando las fuerzas intelectuales de los que siguen sus enseñanzas y elevando su sentido moral. No es una máquina en la cual una cantidad de combustible engendra una cantidad igual de fuerzas. El que por un efecto cualquiera de su espíritu y de su cuerpo aumenta la suma de riqueza de que puede gozar la humanidad, el que ensancha el fondo de los conocimientos humanos o da a la vida mayor amplitud, más elevación, es, en el más amplio sentido de la palabra, un productor, un obrero, un trabajador y gana honradamente un salario bien merecido. Diré más. El deseo de poseer riquezas es tan justo y tan noble como el de poseer conocimientos.
Obtenerlas es sencillamente acrecer los poderes del individuo sobre la naturaleza, y este deseo es tan noble como el deseo de elevarse sobre la condición animal de que procedemos, y el que crea riqueza para sí mismo crea riqueza para la comunidad. La existencia de ricos y de pobres procede de que está roto el equilibrio en el cambio de servicios. Los servicios que un miembro de la sociedad tiene derecho a recibir de los demás, son los equivalentes de los que presta a los otros. Aquel que tiene el poder de obtener más servicios de los que da, es respetado como rico. Es pobre el que no puede recibir servicios equivalentes a los que da o está dispuesto a dar, porque, en nuestra civilización, existe hoy una fuerza formidable que impide a los que están dispuestos a trabajar, hallar las oportunidades para hacerlo. No hablemos del origen de la renta. Es un efecto de la producción a medida que la tierra va poblándose y a medida que el progreso da incremento a la producción. Sin ser economistas, todos conocen que ese precio que el trabajo y capital deben pagar para tener acceso a la materia prima, se eleva con el aumento de la población y con el progreso social. Lo que la conciencia humana no ha llegado a conocer todavía es que ese producto, cayendo en manos privadas, es causa de la pésima organización social, de la esclavitud industrial, de la falta de esa libertad económica, sin la Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.