Violence

EOS ESPECÍFICOS Cuando un individuo padece de un abceso en el hígado, no tiene más remedio, para recuperar la salud, que la extirpación del abceso. Hacerle remedios para curarle el enflaquecimiento, la tos y la fiebre sintomáticos, es proceder como cualquiera comadre del barrio que sabe a ciencia cierta que los pulmones están en la cabeza y se curan, cuando están enfermos, con cataplasmas de tabaco en las plantas de los pies.
Así de las enfermedades sociales, políticas, fiscales y económicas.
Para curar una sociedad como la nuestra, enferma de falta de ideas sangre del espíritu que se hunde hora por hora entre los tremedales del interés privado, de la conveniencia de los que mandan y de las arterías de los que medran entre las marañas de la especulación indebida, es preciso infundir a las generaciones que se levantan fuertes dosis de sanos y elevados principios y hacerlas alzar la vista muy más alto que el nivel de la canoa en que se les ha estado propinando, por treinta o más años, el veneno de una instrucción estrechamente utili taria. Decir a las generaciones que se educan que el objeto de la instrucción no es otro que el de aprender a ganarse la comida, es rebajar el nivel moral de ellas al de la bestia amaestrada que da vueltas a la noria, por el pienso que le sirven.
Hablar a una generación sin principios, que no siente sino las necesidades de la materia, de cosas atañederas al espíritu y a la belleza en sus múltiples manifestaciones, es como hablar de colores y de armonías a los ciegos y a los sordos de nacimiento. Las bellas artes se nutren todas de alimentos espirituales. Músicos, pintores y escultores que tocan, pintan y esculpen para ganar dinero, no son artistas sino artesanos, y eso es lo que puede producir una enseñanza sin ideales. Poner el espíritu al servicio de la materia es invertir los términos, y si de ciencia se trata cómo puede hablarse de ella, cuando la característica del sabio es la abnegación, la renunciación de todo lo que no tienda al descubrimiento de la verdad que investiga?
Pretender normalizar una situación política por ca.
minos distintos de los señalados por la Constitución y la ley, es echar por los atajos de la farsa, la arbitrariedad y la violencia, para llegar no a la meta deseadasino a los campos del derecho que resiste, que puede ir hasta la insurrección legítima, para restaurar los fueros de las instituciones conculcadas. La situación creada por las facciones en tenebrosa noche inolvidable, no terminará hasta que, devuelta su voz a la Nación, su voluntad encarne en una representación genuina de sus ideas, creencias y aspiraciones. Las representaciones facticias carecen de base, son siempre infecundas y están condenadas a acabar en la esterilidad y el aislamiento.
En las crisis fiscales ¿qué es lo primero que se debe investigar? Las causas de ellas. qué otra causa tiene Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.