370 EOS No confundamos quien compruebe que está debiendo en el extranjero, ya sea por mercaderías que haya importado al país.
o por giros que haya librado, haciendo uso de crédito abierto, para reembolsar con productos. Eremitas juzga que esta última medida hace olvidar, a quien la ponga en práctica, el régimen constitucional, en que estamos; pero yo creo que es tan inconstitucional, como la de prohibir a los habitantes del país el cambio de sus billetes por oro y la exportación de éste. Aquella medida prohibe, en síntesis, la situación de capitales en el extranjero con menoscabo del interés nacional y también la justifica el supremo interés público.
Soy de Ud. affmo. RAFAEL CAÑAS Hay seudónimos que, más que caretas de los escritores que los usaron, son su verdadero nombre de guerra y de gloria. Figaro en España, Emiro Kastos en Colombia y el Moro Muza en Centro América, por ejemplo.
Nadie en España se ha atrevido, después de la muerte de Larra, a firmarse Figaro, ni en Colombia Emiro Kastos; pero en San José de Costa Rica si hay quien se atreve a firmar sus escritos con el seudónimo que hizo célebre el mejor escritor de Centro América.
Yace olvidado de sus compatriotas don ENRIQUE GUZMÁN; pero el Moro Muza vive en la memoria de cuantos conocimos sus escritos. Respetemos los grandes nombres!
La nota editorial del 35 de Eos, así titulada, nos sugiere este comentario.
Desde que comenzó el hábil escritor Eriel a publicar en El Imparcial sus artículos económicos, los lectores de este diario y entre ellos algunos amigos de Eremita juzgaron que los dos seudónimos pertenecían, como los artículos, al mismo autor, tal era la igualdad de las ideas y conceptos y la semejanza en la manera de presentarlos. Entonces buscamos El Imparcial, seguimos las publicaciones de Eriel y vimos que aquel juicio tenía muchos visos de ser cierto. Pudimos entonces reclamar, cuando menos, la prioridad en la publicación de esas doctrinas y consideraciones; pero como nuestro objeto al publicar los estudios Lo que vale un colón. Un problema. Nota ilustrativa, No es eso, Lasciati ogni speranza y algunos otros, no fué adquirir reputación de escritor ni ganar algún dinero, sino despertar la atención de los hombres de pensamiento y de capital, que tan indiferentes se han mostrado ante la obra de demolición emprendida y llevada a cabo por el más funesto de los gobiernos que jamás haya pesado sobre este país, dejamos correr los artículos de Eriel sin hacer la menor observación.
Si el público lector ha reconocido los artículos de Eremita en los de Eriel, hasta el punto de asignarles Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.