284 EOS EOS 285 asesinatos, puesto que oigo decir que el Estado es una abstracción. Por el contrario, si yo aplaudiera algo con entusiasmo sería el castigo de los que, encargados de velar por los derechos de todos, los violan descarada o encubiertamente. Si el asesinato es una mala acción, ha de serlo absoluta, eterna, inmutablemente, y el asesino debe ser reprobado absoluta, eterna e inmutablemente, llámese Juan o llámese Estado. Quién lo duda?
Pero la gran contradición de mi mente no parece. X Doy al señor XX las más expresivas gracias por el honor que ha hecho a las cuatro frases que en el 31 de Eos puse al pie de su hermoso artículo. Por hoy no tengo nada que agregar. Que en algunos de mis reparos no tuve acierto, que mis tiros fueron al aire, pues no estaba el adversario donde yo me lo imaginaba. En hora buena! Ojalá hubiera sucedido así siempre. Quise tan sólo exponer mis ideas. Ojalá que cada vez que lo intente no resulte herido nadie. Sobre todo, que no resulte herida ninguna persona tan digna de respeto y admiración como el señor XX.
Voy ahora a copiar de nuevo el trozo de Bergson a que se refiere el señor XX, porque me parece que el sabio filósofo viene más bien en mi ayuda al insistir claramente sobre la diferencia que ha habido hasta hoy entre la CONSTRUCCIÓN PROGRESIVA de los científicos y el TEJER DESTEJER de los filósofos.
Yo subrayo: El filósofo, en mi concepto, es, ante todo, el hombre que está siempre dispuesto, cualquiera que sea su edad, a volver a ser estudiante. es que, aun en filosofía, no debe hablarse más que de lo que se sabe; y aun en filosofía, no se sabe una cosa hasta que no se ha aprendido. Durante mucho tiempo, es cierto, fué el filósofo un hombre que para todo tenía respuesta, que asentaba unos principios simples, y deducía de ellos la explicación de lo real y de lo posible. Así construía un sistema, de hermosa arquitectura acaso, pero necesariamente frágil. Venía luego otro filósofo, quien, con otros principios, labraba un nuevo edificio sobre las ruinas del primero. Concebida de esta suerte, la filosofia corre el riesgo de tener siempre que volver a empezar; muchos pensarán que es un mero entretenimiento del genio, una especie de juego, y que la ciencia sola es un trabajo serio. Bien distinta es la idea que debemos hacernos de la filosofía. Es esta una investigación, cuyo método difiere, en algunos puntos, del método de la ciencia positiva, pero tan susceptible de precisión y de rigor como la ciencia misma. Pero el filósofo deberá resignarse, como el científico, a no estudiar más que un corto número de puntos, a no plantear más que un corto número de problemas; sólo con esta condición obtendrá resultados duraderos.
Otros filósofos continuarán su labor; y asi la filosofia, como la ciencia, se hará en colaboración, y progresará indefinidamente, en lugar de tejerse y destejerse sin cesar como la tela de Penélope. La unidad de la filosofía ya no será la de una cosa hecha, como la de un sistema metafísico; será la unidad de una continuidad, de una curva abierta que cada pensador Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.