210 EOS EOS 21I ne la facultad de escoger entre el bien y el mal, la sociedad carece también de esa preciosa facultad y de la consiguiente responsabilidad.
Cuando el oso y el jaguar caen, el uno, sobre el sembrado, y el otro sobre el ganado del labrador, acaso éste ha pensado nunca en someterlos a la acción de las leyes para aplicarles la pena señalada en el Código Penal y exigirles la reparación civil del daño causado? Cuando las nubes de langostas oscurecen el sol, se abaten sobre el campo y destruyen hasta las raíces de las plantas; cuando las manadas de búfalos salvajes emigran y a su paso atropellan y arrasan cuanto encuentran en su camino. quién ha pensado nunca en hacerlos responsables?
Si la libertad moral no existe ni en el individuo ni en la sociedad. por qué el cargo, por qué el dicterio, por qué la imprecación airada contra las MANADAS de teutones que, necesitando pasar, impulsadas por el ciego instinto de las necesidades de la raza, atropellaron a Bélgica y arrasaron su territorio? Si la libertad moral no existe ni en el individuo ni en la especie; si, como consecuencia lógica, la Justicia y el Derecho son mentira. por qué y dónde repercute ese eco formidable que responde de todos los ámbitos del mundo a la protesta indignada del Cardenal Mercier proclamando el DERECHO ABSOLUTO como la egida de los pueblos y naciones. Que el principio de libertad moral del individuo ha sido condenado por la ciencia! Los SABIOS no son la CIENCIA. Los sistemas inventados por ellos reinan y pasan como las modas de París. Queda de esos sistemas el átomo de verdad que contengan, si alguno contienen, y en el eterno rodar de los tiempos, la verdad vuelve a señorear su puesto, ocupado momentáneamente por la moda reinante. Los principios absolutos, eternos, inmutables como la fuente de donde emanan, ni varian, ni envejecen, ni pasan, Pero no es cierto que el principio de libertad moral haya sido muerto por la CIENCIA. No hay más que cerrar los oídos al interés del momento, para oir la voz de más de quinientos millones de cristianos, cuyas ideas, cuyas creencias, cuyas costumbres, cuyas instituciones, cuya vida entera está basada en ese principio moral negado por el necio orgullo de algunos sabios, de cuyas teorías no quedan a estas horas sino escombros.
Oid lo que dice un crítico contemporáneo. El transformismo y la evolución fueron en todas sus deducciones y sus datos colaterales los principios modeladores del pensamiento, la fuente suprema de inspiraciones en la literatura de ideas de la segunda mitad del siglo XIX; la doble concepción de Darwin de Spencer domina casi exclusivamente, no tan sólo el campo de las ciencias naturales y de la filosofía, sino el movimiento intelectual de mèdia centuria. Hoy se advierte una intensa modificación en las corrientes intelectuales; en la esfera de las ciencias naturales Quinton, y en el de la filosofía Bergson presentan puntos de vista enteramente nuevos que complementan, limitan y fijan en su verdadero valor, éste la concepción de Spencer, aquél la de Darwin. LEJOS DE SER LA EVOLUCIÓN EL FIN OBJETO DE LA VIDA, NO ES SINO EL PROCEDIMIENTO EMPLEADO POR LA VIDA PARA MANTENER SU FIJEZA. Las observaciones, análisis y experiencias sobre las cuales se Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.