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180 EOS EOS 181 Libros de francia Entremos en la pequeña librería. En Francia son una delicia las tiendas de libros. Los libros, las revistas y los periódicos nos salen al paso, se nos entran por los ojos, casi se nos llegan ellos mismos a las manos. El transeunte que entra en una librería, no causa por ello una desazón al mercader; en España se suele dar el caso inaudito de que el librero no desea que entren en su tienda. Perdonad lo exagerado, un poquito exagerado, de la afirmación; pero en el fondo hay algo de cierto en esto. En España hay pocos lectores, pocos compradores de libros, y la entrada de un viandante en una librería, produce siempre algo de extrañeza. Vendrá realmente a comprar un libro. Vendrá a molestar un rato. No vendrá a llevarse lo que pueda. Todas estas preguntas se formula para su capote el librero español. En Francia la entrada en una librería es cosa corriente y normal, no tiene ninguna importancia, no produce ni emoción, ni extrañeza, ni recelo. Entremos en la pequeña librería; podemos verlo y revolverlo todo. Nadie pondrá tasa en nuestros ojeos y rebuscamientos. Podremos husmearlo todo, examinarlo todo, y luego, no comprar nada, si es que no hay nada que nos plazca. Algo quedará en nuestro espíritu de toda esta rebusca, y seguramente que otro día volveremos y compraremos. Esta es la cuenta que se hace el librero.
Pero ahora sí que vamos a comprar algún volumen. Se publican bastantes libros en Francia: la guerra ha paralizado un tanto el movimiento bibliográfico; pero todavía se publica más de lo que podemos buenamente abarcar en nuestra capacidad de lectores.
Los grandes editores Hachette, Lemerre, CalmauLevy, Alcan, Fasquelle, etc. continúan larizando libros al mercado. Digamos la verdad. antes de la guerra, la industria tipográfica francesa acusaba una cierta decadencia. Se iba perdiendo poco a poco la tradición del bello libro. Fasquelle, con sus volúmenes recios, bastos, borrosos, daba la nota del mal gusto. Se publicaba, sin embargo, algo elegante y limpio; pero era la excepción. La guerra al hacer que Francia se preocupe del renacimiento de su industria, ha atraído la atención sobre el libro. Actualmente hay en París dos editores que sacan al mercado volúmenes primorosamente impresos; uno de ellos es Georges Crés, y otro, Payot. Pero los libros de Payot, con tanta limpieza estampados, no están impresos en Francia sino en Suiza.
Preciso será que, cuando pase la guerra, Francia se preocupe seriamente de su industria tipográfica.
No se trata del libro de excepción, sino del volumen corriente, de precio módico. Pero vayamos viendo en esta pequeña librería de provincia algunos de los volúmenes que acaban de llegar de París. Aquí tenemos una espléndida edición de los Pensamientos, de Pascal. Pertenece esta edición a una nueva biblioteca que, con el título de El libro católico, ha empezado a publicar el editor Crés. Crés nos presenta la obra de Pascal en dos volúmenes, impresa en un mag.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.