150 EOS EOS 151 vuestro destino, porque la cruz del martirio se ha tro Vuestro enemigo es la lujuria. Oponed a sus lacras cado en símbolo grandioso. La madre Europa ha per fascinantes el escudo de la virtud cristiana. Que sintáis, dido los brazos, y los vuestros han de dar muestra al como Juan de Patmos, el viejo virgen. que la ardiente mundo de que saben también empujar el carro de la savia se convierte en agitación misteriosa. Esa agitacivilización.
ción será el fuego que os dará vigor para la lucha; y Si aspiráis a un puesto en el mercado de los nego la rosa del martirio sobre vuestras frentes, como emcios públicos de la patria, demostrad que podéis sal. Wema divino, os habrá granjeado un puesto en el Emvarla también, y que no es sólo en el hogar donde pireo.
puede adquirir su libre desarrollo el genio femenino, Pero el amor casto y fraterno no os está vedado. así, cuando la historia os cuente el largo y doloroso cuando alcancéis la inevitable senectud, no podréis poema de vuestra sumisión al hombre y las sucesivas llamaros abuelas de unos nietos que no tuvisteis; pero concesiones que os ha ido haciendo desde los tiem honraréis vuestro sexo y vuestros nombres con soberpos bárbaros del mercado en la plaza pública hasta bio título de «madres de la patria. que hasta hoy hoy, podréis exclamar con orgullo. Hemos merecido sólo habían merecido varones eminentes.
la libertad y lo hemos demostrado al mundo! las generaciones futuras, los tiernos infantes de ¡Oh, vírgenes valientes y heroicas, que templáis hoy que beben en la savia nutricia de sus madres el ahora vuestro ánimo con el lacerante espectáculo de la ardiente temblor de las batallas, tendrán para vosotras, cruenta carnicería! Flores de resignación, condena virgenes inmcladas, una mayor admiración que para das a marchitarse sin gustar la virulencia cáustica de lus otras mujeres, las que no supieron más que traerlos besos cálidos. No lloréis. El sacrificio, si sabéis les a este mundo de dolores. Porque éstas, como la merecerlo, os arranca de la vulgaridad! Flores de poe lembra primitiva, han rendido su cobarde tributo a sía, si el amor os niega el premio de la maternidad, la lus pasiones y al instinto grosero, y vosotras no; voscastidad os brinda, como palenque glorioso, un amplio stras, vírgenes heroicas, os habéis inmolado en aras horizonte de honor y de conquistas. Es vuestro sino de una idea sublime y fuerte: la salvación de Europa.
que os guía hacia la altura en este momento trágico y único de la historia. En adelante, el mismo código ROBERTO MOLINA que os iguala al hombre en el castigo, no tendrá fuer za para sostener la negación de unos derechos idénti cos, heroicamente merecidos. Habéis sabido ser hasta hoy en el hogar sublimes; continuad siéndolo en la plaza, en el foro, en el hospital, en la oficina, en el ta Tenemos a la disposición de los lectores TODOS ller, en la cátedra y en el mercado.
los números de EOS, desde el primer cuaderno.
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