Violence

146 EOS EOS 147 surgen las cabecitas peregrinas y los labios fragantes y sedeños que cruzan el cristal de nuestros sueños como una banda azul de golondrinas.
steros ¡Los pobres niños. Llenos de horror los campos del combate en que a la luz de crepitante hoguera, y bajo la ficción de una bandera la insania de los hombres se debate, Son los huérfanos pájaros amablesde la locura humana irresponsables; hagamos nuestra su precaria suerte en tanto brilla el sol de un nuevo día.
jalcemos lucecillas de alegría en la noche espantosa de la muerte!
III nada el furor de la violencia abate ni la crueldad del impetu modera; rotas todas las venas, se dijera que el corazón del mundo ya no late.
Que destile sus mieles la dulzura del férvido panal de nuestros pechos, colocados al margen de los hechos que dan rudo mentis a la cultura.
Las fuerzas libertarias, ensoñadas por la ilusión, tomaron las espadas y en vez de herir a sus verdugos mismos, lanzaron su vorágine deshecha como una enorme, ensangrentada flecha al propio corazón de los abismos.
Ya que para evitar la desventura de los niños, son nulos sus derechos, que recoja los pétalos deshechos de su risa infantil, nuestra ternura.
il ante el fracaso ruin de las doctrinas y la disolución de los ensueños que marca con un inri los empeños al coronar las frentes con espinas, Asi rl estrago que amenaza al mundo será por la piedad menos profundo, y quedará por siempre suspendida sobre los rojos campos de motanza, como una mariposa de esperanza un ala palpitante de la vida.
JOSÉ MARIA ZELEDÓN Leida en la velada que se efectuó en el Teatro Nacional de Co Rica, beneficio de los huérfanos de la guerra europea.
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