Elías Jiménez Rojas

EOS 79 78 EOS fundo conocedor de la psicología de los hombres de nuestra raza y educación, los halaga con la exposición de nuestras propias doctrinas; pero aplica en sus procedimientos los de su raza y de su pueblo. En fecha memorable y ante un auditorio digno de escucharlo. expuso con toda la precisión y el calor de su decir intachable, puro y severo, su plan de unión continental dentro de la práctica de la justicia y del respeto del derecho de todos. Así sucedió, en efecto ¿pero quién puede asegurarnos que al discurrir así no lo hizo como cuando en su Cátedra universitaria se dirigía a una multitud de estudiantes, impresionables e inexpertos, o como quien se ejercita en exponer en académico discurso una tesis filosófica o moral? Por que en el curso del año en que tal exposición hizo, procedió en Nicaragua, en Santo Domingo, en Haití y en Panamá como en países conquistados, por simples órdenes dictatoriales, como todo el mundo lo ha presenciado. El despojo brutal, a lo Roosevelt, o envuelto en fórmulas de mentido respeto al derecho conculcado, a lo Wilson, siempre es despojo, y no nos deja ver la trascendencia hacia la justicia y hacia el respeto de nuestra soberanía y de nuestro territorio, de la reelección de Wilson. Olivos y aceitunos todos son unos.
demasiado lejos al sostener «que es mil veces más inexcusable el atentado cometido por el Gobierno Americano contra Colombia, que el de Alemania contra Bélgica. Eos, tomo II, pág. 371. No veo punto de comparación entre esos dos hechos!
De México, no me atrevo a afirmar nada; pero la actitud en favor de Alemania disipa las sombras de recelo que hubiera en mi mente contra los Estados Unidos.
Respecto del Presidente Wilson personalmente, guardo todavía el respetuoso aprecio expresado hace cuatro años en Renovación. 64. ELÍAS JIMÉNEZ ROJAS Multum in parvo Lo que caracterizaba la religión del griego antiguo, lo que la caracteriza aun hoy, es la falta de infinito, de vaguedad, de enternecimiento, de molicie femenina.
La raza de los verdaderos helenos carece de la profundidad del sentimiento religioso alemán y céltico. La piedad del griego ortodoxo consiste en prácticas y en signos exteriores. Las iglesias ortodoxas, a veces elegantísimas, ignoran los terrores que se sienten en una iglesia gótica. En ese cristianismo oriental, nada de lágrimas, de oraciones, de compunción interior. Allí los entierros son casi alegres: tienen lugar por la tarde, al caer el sol, cuando las sombras son ya largas, con cantos a la sordina. La gravedad fanática de los latinos EREMITA En lo tocante a la acción de los Estados Unidos sobre los otros estados de América, la divergencia entre Eremita y yo es muy marcada. Pesando unas cosas y otras, creo que los EE. UU. han hecho mucho más bien que mal. mi juicio, Eremita se ha dejado llevar Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.