Liberalism

46 EOS EOS 47 filosofias en pugna propósito de la guerra, se han mencionado en la prensa repetidas veces así los nombres de Stuart Mill y de Hans Delbrück, como las enseñanzas que con estos nombres se asocian. No se trata ahora en estas líneas de examinar las respectivas doctrinas, ni de aquilatar el valor de éstas en sus consecuencias prácticas. La hora no es propia para lucubraciones doctri narias, ni es en el dominio de las ideas abstractas en donde hay que buscar los estímulos que han de determinar la simpatía y la voluntad de los pueblos. No ha sido revestida de ideas, en la pureza y majestad de la palabra, como ha preparado Alemania la emboscada monstruosa en que agoniza la civilización. la discusión pausada de objetos y motivos, posibilidades y soluciones que sostuvieron las potencias aliadas hasta el último momento, opusieron los agresores en el instante crítico el dilema de la bolsa o la vida, de la vida o la muerte.
El triunfo, por otra parte, es argumento fecundo para quienes explotan la ingenuidad de las muchedumbres, y no faltan quienes se anticipan a deducir consecuencias acomodaticias de los hechos cumplidos y preconizan desde hoy los principios y métodos alemanes como prenda de fortaleza y señal de elección de las naciones del porvenir. Es de importancia, por consiguiente, insistir en el aspecto doctrinario de la guerra, y en el influjo que han de tener sus resultados sobre la suerte de los pueblos extraños al conflicto.
No se necesitan esfuerzos laboriosos para reducir a una síntesis inteligible las enseñanzas sociales de Stuart Mill. Apenas habrá frase en sus tratados que no revele la integridad de su pensamiento. apenas se podrá señalar forma de gobierno o institución compatible con el bienestar y el progreso de la humanidad, que no refleje ese mismo pensamiento. En su expresión más simple, lo que sustenta Mill es el derecho irrestringido de opinión y discusión, el derecho de acción según las predilecciones y conveniencias de cada cual, las prerrogativas de la originalidad contra la rutina, de la iniciativa personal contra la costumbre, del individuo contra las imposiciones gregarias de la comunidad. Como norma y criterio del bien o el mal de la conducta, señala Stuart Mill la conveniencia y el bienestar, el «welfare» resultante de los actos respectivos. Qué dicen los profesores alemanes de esta doctrina y de su apologia del individuo y del sustento que ella les brinda a la independencia y a la originalidad? La encuentran sencillamente candorosa, naïve, propia antes de un pueblo de chiquillos que de raciones adultas, atentas al deber de conquistar a sangre y fuego la supremacía mundial. Así lo deja comprender Delbrück en sus apreciaciones sobre los partidos ingleses y sobre la filosotía política británica en general. La doctrina esencial de este partido. el Liberalismo inglés) dice el Profesor en uno de sus artículos. se funda en el principio de que el Estado debe tener por objeto la felicidad del individuo. El alemán no puede menos de sonreir ante esta metafísica ingenua y candorosa. Están de sobra los vocablos altisonantes, y Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.