18 EOS EOS 19 su conducta y en la modelación de su carácter, más aún, en su higiene física y moral; y estoy seguro de que tan delicada tarea de que apenas puede encargarse una profesora como Miss Mary Graham en la Argentina o Miss Marian entre nosotros no la confiaría ningún padre de familia a un profesor, y mucho menos a un profesor joven; a lo menos yo no llevaría hijas mías a la Escuela Normal si supiera que allí se entien de la educación en esa forma.
El peligro sexual, pese a la estadística oficial, existe siempre, no sólo entre alumnos, sino también entre alumnas y profesores jóvenes, y por añadidura solteros, por virtuosos que sean.
En cuanto al plan de estudios de la Normal, deseo exponer las incongruencias que en él advierto ante el Consejo del plantel, si así lo prefiere el señor Director.
No quiero, sin embargo, pasar por alto una curiosa anomalía, a la vez pedagógica y psicológica: en dicha escuela las alumnas tienen mucho más trabajo que los alumnos, pues además de cursar todas las asignaturas de éstos, tienen las especiales de su sexo, como Corte y Costura, Cocina, Lavado y Aplanchado, Economía Doméstica, etc. Probablemente se ha descubierto que nuestras mujeres tienen más capacidad para el trabajo que los varones; o para dar un carácter más nacional a la educación se han imitado los usos de nuestros indios, que dejan a sus esposas todas la faenas y la carga.
Al proponer durante la Administración del Licenciado Jiménez la traslación de la Escuela Normal a Heredia, entraba en mis planes hacer dos secciones, una de maestros urbanos (en la ciudad) y otra de maestros rurales (en Barba. El maestro rural es el principal instrumento de cultura con que cuenta el Estado. Cuando se le prepare y discipline de un modo adecuado, se convertirá en consultor y mentor de los campesinos, su influencia se hará sentir en la moral e higiene de los pueblos, y de él podrá entonces decirse con propiedad que va a llevar luz a localidades que carecen de periódicos, libros y otros elementos civilizadores.
Pero la escuela no ha penetrado aún en los campos, porque los labriegos no tienen fe en la ciencia que ella suministra. Se envía a los pueblos, por lo general, a personas que carecen aun de los conocimientos más elementales; y, naturalmente, los campesinos comprenden que sus hijos están perdiendo el tiempo.
Muchos maestros rurales residen en las ciudades y van todos los días a la escuela como quien va a un destierro; acostumbrados a la vida especial de los centros, a frecuentar la sociedad y a asistir a diversiones, dejan entrever allá en la aldea el menosprecio en que tienen a los conchos, y los conchos a su vez se burlan de aquel señorito que no sabe siquiera en qué mes se siembran los frijoles.
Los especialistas sin ideas generales son tan infecundos como los enciclopedistas superficiales. La curiosidad unilateral del científico sin filosofía, produce una ridícula limitación del horizonte, una obsesión de las minuciosidades insignificantes; la curiosidad sin rumbo del filósofo sin ciencia, determina la triste mediocridad del saber a medias, verdadera caricatura de la sabiduría. INGENIEROS.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.