380 EOS 381 EOS Paolo Tosti y vosotros buscadores de alucinantes metales en las llanuras de hielo y en las nieves boreales, allá en los paises blancos, cuyos frios invernales os hacen un cepo inmenso que bruscamente os encierra; y vosotros, los mineros que caminais bajo tierra arrastrando vuestros cuerpos, la lámpara entre los dientes, hasta el carbón que en las vetas estrechas e inconsistentes cede a vuestro solitario y obscuro esfuerzo de guerra; y batidores de hierro y forjadores de aceros, rostros de tinta y de oro, la sombra agujereando, y musculosas espaldas contrayendo y dilatando, en torno a los grandes yunques y a los enormes braseros; laminadores obscuros de unas obras eternales, fin que va de siglo en siglo creciendo siempre más vasto, sobre los pueblos de horror, de miserias y de fasto, iyo os siento en mi corazón potentes y fraternales!
Un italiano representativo desaparece con Francesco Paolo Tosti, que acaba de morir a los setenta años.
Es la «romanza» italiana, la cancioncilla sentimental de salón, la alumna de conservatorio y el profesor «chapado a la antigua. lo que se evoca en este nombre. Las melodías de Tosti son populares en España; se han cantado mucho en italiano, aunque a las más de ellas les puso letra española el académico Antonio Arnao. No hay tertulia de nuestra clase media en que una señorita, a veces guapa, y en ocasiones con voz, no haya cantado esas dulzonas musiquillas, en que hay siempre un «vorrei morire. un «amami ancora» o un «non ama piú. si no era una señorita, era un fornido mozo de erguidos bigotes y atronadora voz de barítono el que se levantaba a cantar «la mia bandiera. hanno detto che Beppe va soldato e hanno visto pianger di nascosto. Quién no ha oído el «Ideal. el «Ave María. el «Quando cadrán le foglie. que tiene letra de Stecchetti? La música burguesa de Paolo Tosti tiene algo que la hace comparable a las oleografías y a los «bronces artísticos. pero hay en ella también, como escribió Annunzio. un lontano ricordo delle canzoni del paese. Gabriel Annunzio fue muy amigo de Paolo Tosti, abruzzés como el poeta y como el pintor Francesco Paolo Michetti, que reunía en su casa de Francavilla, frente al Adriático, no lejos de Castellamare, a una bulliciosa juventud artística. En las noches de luna escribe el autor de «La Hija de Joria» Fran¡Oh, esa bárbara labor, áspera, tenaz, austera, en los llanos, en los mares, en el fondo de los montes, remachando Jas cadenas y sus nudos por doquiera, de uno a otro confin del mundo juntando los horizontes. Oh, la audacia de los gestos en sombra o en claridad!
Esas manos siempre ardientes; los brazos nunca reacios, pesas manos y esos brazos que a través de los espacios se juntan para sellar la domada inmensidad con la marca del abrazo y del poderio humanos, creando de nuevo los montes y los mares y los llanos, según otra voluntad.
EMILIO VERHAEREN Traducción de Fernando. Fortún.
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