372 EOS EOS 373 Eso era todo lo que Colombia pedia. La voz «mandatario» no puede emplearse como un manto para encubrir el hurto de la zona del canal. Página 308. que de una nación respetable como los Estados Unidos. Página 300. En el capítulo VII continúa la crítica de los métodos adoptados para asegurar la zona del canal. La acumulación de informes fidedignos han convertido las sospechas en hechos que no están de acuerdo con las sabias máximas del buen obrar. Página 303. Si nuestro Gobierno de ese tiempo hubiera obrado como mandatario de la civilización, habría recorrido a la ayuda de la misma para determinar la compensación que debía pagarse a Colombia por el derecho de uso de la vía. Por consiguiente, Colombia y no nuestro Gobierno, obraba como mandataria de la civilización en este caso. Página 309. Sabemos que la Administración Roosevelt estaba preparada a desmembrar a Colombia antes de los acontecimientos. Página 305. La Administración Roosevelt «se apoderó del territorio en que estaba situado el canal. Nos han asegurado solemnemente, empero, que los Estados Unidos obraban como mandatarios de la civilización. Al obrar como mandatarios obraban como fideicomisarios. Un fideicomisario obra dentro de los límites prescritos por las leyes. Colombia obraba como mandataria de la civilización, cuando se ofrecía a aceptar la compensación otorgada por la civilización. Rehusando aceptar la recompensa de un Tribunal Arbitral, la Administración Roosevelt violó las reglas prescritas para un mandatario de la civilización. Un Estado pacífico no puede alterarse, porque una nación obre como mandataria de la civilización, es decir, el caso de Colombia.
La zona del Canal pertenecía a Colombia. La civilización podía exigir solamente los derechos al pagar el precio impuesto por un Tribunal imparcial. En suma, parece que Roosevelt se creyera vicegerente de Dios, facultado a proceder como se le antoje y convencido de que no hay otro en el mundo como él. Por consiguiente se considera con derecho a despreciar un tratado solemne sin miramientos a la Constitución y a estatutos y leyes internacionales y de llamar embustero a todo el mundo que no esté de acuerdo con sus principios. Página 312. Nuestra actitud en lo relativo a reparaciones a Colombia dirá en que posición nos hallamos. No nos basta proclamar la justicia y la rectitud si no nos arrepentimos de lo que hicimos con Colombia y le indemnizamos los daños causados. Página 315. En el concierto de las naciones la influencia se Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.