310 EOS EOS 311 Gorki y el alma rusa PUERTO Tolstoi, ningún escritor ruso aparece a como excelentemente dijo un gran poeta, honra y prez de su patria (Colombia) y de las letras castellanas.
No se ha dicho que un solo belga haya vuelto la espalda al enemigo; que uno solo haya rehusado dar a su patria cuanto era y cuanto tenía; que sus eximios directores hayan abandonado al pueblo que han venido educando e instruyendo durante noventa y seis años; que su clero y las tan calumniadas huestes de Cristo meticulosos y envilecidos por las doctrinas de Roma, según dicen hayan huido con sus tesoros, en busca de refugio y holganza, a más felices naciones; pero en cambio, se sabe que la sangre de estos maestros ha corrido mezclada a la de los discípulos; y el mundo, asombrado, ha oído, desde el principio del atropello y desde el fondo de las ciudades en ruinas y de los campos desolados, alzarse la protesta indignada, alta y sonora, sin vacilaciones ni temblores en la voz, con entonaciones apocalípticas, contra las brutalidades de la fuerza, contra las lesiones al Derecho, contra las profanaciones de la justicia, formulada por el invicto Cardenal Mercier. Si de esa desventurada Nación no quedara más que esta protesta, ella bastaría para asegurarle la inmortalidad en la Historia, como los cantos de Homero bastaron para hacer imperecedera la memoria de la Grecia Antigua.
Pues bien: el alma de ese pueblo ha sido forjada por la instrucción pública libre en todos sus grados desde 1830, y en su mayor parte encomendada a la iniciativa municipal, a la privada, y a la del clero secular y regular católico, y fuera de las influencias del Estado.
Fragmento de un articulo de Eremita publicado en el de Actualidades.
presentante fiel de lo que es el alma rusa como Máximo Gorki; sus obras, traducidas a todos los idiomas, le dieron en pocos años muy justa celebridad y suscitaron toda suerte de comentarios y estudios. Pero ahora Máximo Gorki se ha pronunciado en contra de ciertas cualidades que nos parecen características de su pueblo. El periódico Lietopis publicó en Diciembre de 1915 un eserito suyo titulado Dos almas, y varios meses después una Carta al lector, que venía a ser como un apéndice en que aclaraba conceptos y recogía algunas críticas que se le habían hecho.
La Rusia mística y soñadora que nos ha interesado siempre, llegando, en ocasiones, a alucinarnos, es la que Gorki combate. Preconiza en cambio una Rusia optimista, segura de sí, ilustrada, trabajadora, bien vestida: occidental, en una palabra. La Rusia que suspira por Dios escribe tiene su base en una insuficiencia de fe en la fuerza de la razón, en la necesidad que sienten los hombres débiles de contar con una voluntad ajena que les sirva de guía. El espíritu del antiguo Oriente pesa de modo más grave y mortal sobre nuestra vida rusa, y tiene en nuestra psicología una influencia inconmensurablemente mayor que la de la Europa occidental. Los rusos tenemos dos almas: una, derivada del mongol errante, es la del soñador, la del místico, la del holEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.