286 EOS EOS 287 tal descubrimiento, que seguramente causará gran sensación en el mundo de las letras, se debe al señor Alberto Carreño, miembro de la Sociedad Mejicana de Geografía y Estadística, quien ya ha presentado un detenido estudio sobre la joya literaria de que tratamos, y que es la siguiente: No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido, Ni me mueve el infierno tan temido Para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme verte Clavado en una cruz y escarnecido; Muéveme ver tu cuerpo tan herido; Muévenme tus afrentas y tu muerte.
Tú me mueves en fin de tal manera, Que aunque no hubiera cielo yo te amara aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera.
Porque, si lo que espero no esperara, Lo mismo que te quiero te quisiera.
asegurando unos que su autor es San Francisco Javier, y otros que San Ignacio de Loyola.
El ilustre polígrafo don Marcelino Menéndez y Pelayo hubo de señalar este soneto en su obra los «Cien mejores versos, como de autor anónimo, ya que no existía ninguna prueba por la que pudiera atribuírse a Santa Teresa de Jesús, a San Francisco Javier, o a San Ignacio de Loyola.
Pero en lo que si siempre han estado de acuerdo todos los grandes autores, y entre ellos el mismo don Marcelino Menéndez y Pelayo, es en que el soneto No me mueve, mi Dios, para quererte» debió escribirse originalmente en castellano, aduciéndose para ello numerosas razones.
Así, pues, hasta la fecha no había sido posible precisar quién era el autor de la famosa composición; pero, afortunadamente, el señor Carreño parece que ha dicho la última palabra sobre tan debatida cuestión.
Fray Juan Manuel de Guevara fue natural de Mejico, capellán del templo de Santa Inés, en el año de 1654, habiéndose hecho notable en su tiempo por su famosa obra que tituló «Poesías Sagradas. premiada por la Universidad de Méjico en el año de 1683.
El padre Guevara fue uno de los colaboradores de sor Juan Inés de la Cruz, quien, en las letras mejicanas, es llamada con justa razón «la décima musa. habiendo escrito con aquella poetisa la notable comedia «Amor es más Laberinto. De El Espectador de Medellín.
COLECCION EOS se vende en las librerías Falco y Borrasé, y Guerrero, al lado del Banco Mercantil.
El bellísimo soneto que acabamos de transcribir, y que se encuentra en casi todos los libros místicos, ha sido objeto de numerosas polémicas, que hasta la fecha no habían permitido fijar quién era su verdadero autor, ya que las opiniones eran tan opuestas cuando se trataba de este asunto.
Autores hay que conceden la paternidad del soneto «No me mueve, mi Dios, para quererte. a la poetisa mística Santa Teresa de Jesús, en tanto que otros niegan rotundamente que aquella monja lo escribiera, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.