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276 EOS EOS 277 Turquía. la principal ayuda que los Imperiales han recibido de los Balkanes ha procedido de dos monarcas a quienes las glorias del Kaiser quitan el sueño: Fernando de Bulgaria y Constantino de Grecia. La objeción de Rusia no es de mucha monta. En Rusia, como el porvenir demostrará, la guerra tiene orígenes democráticos, y en la democracia rusa se apoya actualmente. Por estas razones, los aliados tienen que favorecer en los Balkanes como en el resto de Europa a aquellos pueblos que demuestran tener el santo horror al poder personal.
De de mundo nadie más que los jaimistas (excepto don Jaime. los mauristas (excepto don Antonio Maura. y algún que otro «técnico» completamente pseudo, como decía un famoso profesor de Instituto de los de libro de texto. Es, pues, oportuno momento de recordar que una gran nación, maestra en las ciencias y en la industria, ha sido llevada a la derrota y a la ruina por su funesto militarismo.
Fijemos bien los términos aun por la milésima vez. Régimen militarista no quiere decir régimen donde abundan los militares. Si un país tiene cinco oficiales y cien soldados por cada mil habitantes, mientras que otro sólo tiene dos y cincuenta respectivamente, no diremos que el primero es más militarista que el segundo. Régimen militarista es aquel en el que los militares tienen sobre la gobernación efectiva del estado una influencia indebida e impropia de su carácter de órgano meramente ejecutivo de la voluntad nacional.
Contra la acusación de militarismo que el mundo liberal solía dirigirle, Alemania presentaba primero esta escusa. La vecindad de Francia y de Rusia, poderosas y antagonistas, me obliga, so pena de extinción, a sostener un ejército que puede parecer desproporcionado. Dejando a un lado la cuestión de fondo, sobre la que cabe discusión, salta a la vista que esta explicación elude el cargo. Tener un ejército grande no es tener militarismo.
Perdida esta trinchera dialéctica, Alemania se refugió en su segunda línea. Para un país amenazado en sus dos fronteras, el régimen militarista es indispensable por ser el único que garantiza la victoria mediante la agresión rápida, según el principio de la ofensiva defensiva, y para la agresión rápida se requiere autoridad absoluta y organización disciplinaria. Aquí la argumentación alemana estaba en terreno más firme. Es seguro que antes de la guerra, cualesquiera que hubieran sido las opiniones de cada cual sobre la premisa del peligro franco ruso para Alemania, todo el mundo habría coincidido con la conclusión favorable al militarismo.
La práctica, sin embargo, ha demostrado: Que el conflicto en sí fue promovido por Austria a instigación del partido militarista alemán. Que, como prueban las revelaciones que resultan de la polémica reciente sobre la política del Canciller en la prensa alemana, la aceleración del conflicto en los últimos días de Julio del 14, y su carácter de inevitabilidad fueron debidos a la acción directa de la camarilla militar del Kaiser.
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