274 EOS EOS 275 De la guerra ciones imprevistas intervengan, cree él en una de esas luchas prolongadas, como la guerra de Treinta años o la de Cien Años, entrecortadas por períodos de paz provisional. Francia saldrá probablemente casi agotada de hombres y de dinero. Pero habrá perdido también las ilusiones y los errores que iban a acabar por engendrar su decadencia» No digamos aquí cuáles son para Le Bon esas ilusiones nefastas, muy discutibles por cierto, y repitamos la frase de alto vuelo con que termina su lil ro. Vencer o morir, no ceder jamás. Nada resiste a una voluntad fuerte y continua, ni la naturaleza, ni los hombres ni la fatalidad misma. DRZ (R. Sc. prensa inglesa llama al Rey Fernando de Bulgaria el Rey Zorro. Este mote, que le ha valido su política extranjera, tortuosa e ingenuamente maquiavélica, conviene perfectamente a su política interior.
Mas las hazañas del Rey Zorro son demasiado recientes para que los aliados las olviden, y su conversión demasiado influida por el ruido de los cañones servios que amenazan a Monastir. Todavía se recuerda la política tortuosa que precedió a la declaración de guerra a Servia, cuando por boca de Sir Edward Grey los aliados acababan de proclamar su confianza en Bulgaria. Todavía vibra en Rusia la cólera contra el «traidor del eslavismo» y el primer ministro del Zar, Stürmer, mantiene inexorablemente la necesidad de castigar a Bulgaria por su traición.
Es creencia general en Londres que el Rey Fernando abdicaría si fuese necesario para conservar a Bulgaria la Macedonia servia. Mas los aliados no pueden privar a Servia de su Macedonia por dos razones. La primera es una razón de justicia. Sería inicuo que el agredido y leal sufriese en provecho del desleal agresor. La segunda es una razón política. La evolución política de Servia, opuesta a la de Bulgaria, ha tendido siempre hacia la democratización progresiva del reino. Las naciones aliadas han sufrido mucho por causa de los países en los que impera el poder personal. Alemania declaró la guerra contando con el apoyo de dos de estos países antidemocráticos: Austria y Las civilizaciones latina y anglosajona se deben la efectuados durante los últimos tres siglos en ciencias matemáticas, físicas y naturales, así como los principales inventos del siglo xix. Protestamos, pues, contra la pretensión de ligar el porvenir intelectual de Europa al porvenir de la ciencia alemana, y contra la afirmación de que la salud de la civilización europea está en la victoria del militarismo alemán, solidario de la cultura alemana. De la respuesta de la Academia de Ciencias francesa al Manifiesto de los intelectuales alemanes, el de Noviembre de 1914. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.