258 EOS EOS 259 más que una norma, una regla de conducta: la que la Hace treinta años, un Presidente, obedeciendo a Constitución y las leyes le dictan. Cualquier acto que sugestiones desgraciadas, arrojó del país, pretermino esté comprendido en las atribuciones que la Constiendo todas las fórmulas salvadoras del derecho, a titución le confiere, es arbitrario, es delictuoso y me. unos hombres que ejercían el suyo enseñando a la rece castigo. no basta que sea de su incumbencia juventud, predicando el Evangelio, ejerciendo su mipara ser obedecido; es preciso además que vaya re nisterio, dando ejemplo de laboriosidad y cultura y vestido con todas las fórmulas prescritas por los man edificando con su saber y sus virtudes; el Congreso datos de la ley.
prohijó el atentado y lo hizo trascendental y per¿Hay entre esas atribuciones una sola que autorice manente; el Poder Judicial cómplice o cobardea cualquiera de los que ejercen los poderes públicos a no amparó el derecho conculcado y el pueblo no sustituir su voluntad a las instituciones, so pretexto de tuvo contra el violador de sus libertades ni un grito una pretendida salvación del pueblo? Ninguna. de protesta. La ley moral quizá lo autorice? Tampoco. Cuando Esos hombres y otros que nunca habían estado los encargados del poder público juran, por Dios y en Costa Rica quedaron para siempre privados del por su honra, defender, cumplir y hacer cumplir la derecho de vivir en ella; pero ese día la libertad indiConstitución y las leyes, empeñan su conciencia y su vidual, la libertad de conciencia y la libertad de ensehonor como garantía de su lealtad al juramento presnanza fueron heridas de muerte.
tado. Si faltan a él, si lo violan, se hacen reos de per Años después no muchos otro Presidente, en jurio ante Dios, ante la sociedad y ante la ley. Puede connivencia con el Congreso y contando quizá con la ésta quedar burlada por la complicidad o la cobardia indiferencia del Poder Judicial, dió el golpe de gracia de los jueces; pero la ley moral caerá irremisiblemente a la libertad de enseñanza e infirió grave daño al de sobre el culpable y sobre el pueblo que no supo ce recho de propiedad: suprimió la Universidad persoloso de sus libertades, valeroso y resuelto restable na civil y confiscó sus bienes.
cer el imperio de sus instituciones conculcadas.
En vano la corporación universitaria demostró al «Cuando se cierran las puertas del castigo se Congreso, en valiente e irrefutable documento, los abren las del delito. La impunidad de los crimi clarísimos derechos de la Universidad y la falta de nales es fuente segura y fecunda de crímenes. La atribuciones de aquel cuerpo para legislar consociedad que ve con indiferencia violar las liberta tra ellos. La iniquidad se consumo; el representante des públicas, caerá no muy tarde en pleno despo legal de la Universidad abandonó sus derechos, y la tismo. Si al primer atentado cometido contra ellas niñez y la juventud de Costa Rica están padeciendo se hubiera puesto en su lugar al inicuo conculcador, las consecuencias de semejante arbitrariedad.
allí habría parado la arbitrariedad.
Veinte años después del primer atentado, otro PreEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.