246 EOS EOS 247 es en Europa la fortaleza, el reducto central del absolutismo, del militarismo, de la teocracia y de la arro gancia feudal. por eso Alemania no tiene un solo amigo verdadero en el mundo; por eso las simpatías de la humanidad civilizada se dirigen a otra parte, hacia aquellos que representan las ideas y tendencias de la civilización moderna.
Pero esto no lo dice nadie en voz alta en Alemania, ni siquiera el mismo Bebel, el jefe de los socialistas.
os soldados franceses, por disposición del ministro de la Guerra, general Roques, podrán, en adelante, fumar en pipa a la faz del mundo y salir con la cara afeitada completamente como los ingleses, sus aliados.
El reglamento que antes regía, hecho en 1910, prohibía a los militares ir fumando en pipa por calles y plazas, y en cuanto al pelo, era terminante. Los mi litares llevarán el cabello corto, especialmente por detrás, bigote con o sin mosca, o barba corrida. Desde que los soldados de Francisco I, después de las guerras de Italia, importaron en Francia el uso de la barba, las vicisitudes del ornamento capilar del rostro han sido muchas. Cada reinado, cada período de guerras, cada cuerpo militar, han tenido su fisonomia propia.
La del poilu, después de los últimos decretos, será limpia y glabra. La completará, a modo de apén.
dice, la pipa, rellena del tabaco que gratuitamente se les distribuye. Pero aunque sin pelos en la cara, indudablemente seguirán siendo los poilus hombres de pelo en pecho.
LOYD George, ministro de la Guerra británico, entrevistado por un periodista norteamericano, ha dicho unas palabras ardientes, como son todas las suyas.
Con ellas ha respondido, y por boca suya todo el Gobierno y toda la nación inglesa, a las insinuaciones de una paz prematura hecha por Alemania en colaboración con representantes de algunos países neutrales.
Las declaraciones de Lloyd George coinciden, y de ahí su gran importancia, con el viaje a Washington de Mr. Gerard, embajador de los Estados Unidos en Berlín, a quien se le supone portador de unas categóricas proposiciones de paz. También se ha dicho. fué el Times quien lo consignó que nuestro ministro en Bruselas, el marqués de Villalobar, había ido de Berlín a Londres con una misión pacifista. El Gobierno español, por medio de su órgano oficioso El Diario Universal, lo ha desmentido; pero la actitud de los gobernantes, de la prensa y del pueblo de Inglaterra puede servir de aviso por si nos tienta el papel de emisarios. He aquí ahora lo más sustancioso de las declaraciones de Lloyd George. Todo el mundo hasta los neutrales de más elevados propósitos, hasta los que aleguen más serios motivos humanitarios ha de saber que, en este estado de cosas, no puede haber intromisión ajena. Inglaterra no solicitó que nadie interviniera cuando no estaba preparada para la lucha. Tampoco la consentirá ahora que se ha preparado, mientras no esté quebrantado sin reparación posible el despotismo militar de Prusia. No surgieron en Alemania voces de sentimiento Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.