230 EOS EOS 231 iqué se yo! Es un lamentable cortejo que nos acompaña por todas partes y que debemos acoger sin fruncir el ceño, con alma sonriente y serena, sin que trasluzcan al mundo burlón las penas secretas que nos conmueven.
Esto os parecerá quizás difícil y cada uno de vosotros, ateniéndose a las propias inquietudes, se imaginará que son graves y casi insoportables. Oh error. Si la vida no es nunca tan infeliz como uno piensa. Queréis permitir que os repita el consejo que daba Marco Aurelio, el gran estoico emperador, a los que se quejaban de su suerte. Volved la vista hacia los que son más infortunados, y haced la comparación.
pesares de la vida, los tocó con el dedo, y cayeron instantáneamente muertos ambos muchachos, en plena juventud, en plena salud, en plena alegría. Felices los que mueren jóvenes! agregamos. Gloria eterna a los que han muerto por la patria y por la libertad de los hombres!
Trad.
Los verdaderos mártires de hoy no son los valientes que han perecido llenos de gloria, de muerte rápida, frente al enemigo. Son las viudas y las madres.
Su valor tiene que ser heroico. La angustia me oprime el corazón cuando mi pensamiento vuela a su lado. Déjenme ellas contarles una de las leyendas más hermosas de Grecia tan austera y hasta cruel en su austeridadCeres bajaba cada año del Olimpo a visitar las residencias de los mortales. Pero, como disimulaba su divinidad, no era siempre recibida con los honores a que tenía derecho. No obstante, un día fué atendida en una humilde casa de labradores con tal benevolencia, que resolvió recompensarlos. Al caer la tarde, en el momento en que los dos hijos, bellos, jóvenes, alegres y vigorosos, de vuelta del trabajo, se acercaban a la cabaña saludando con todo respeto a los ancianos padres, Ceres, por recompensa, queriendo evitarles los Banco Internacional En vez del amplio y detallado informe que esperábamos de la marcha de los negocios de este Banco y del desarrollo y resultado de cada una de sus cuentas, nos hallamos con un Estado semejante al que publican los Bancos fundados por acciones, después de las minuciosas explicaciones que los Directores de esos establecimientos dan a sus accionistas, en juntas generales convocadas con ese objeto.
Un informe como el que esos Directores rinden a los accionistas en tales juntas, era lo que nosotros esperábamos del competente Director del Banco Internacional, puesto que, siendo éste un Banco del Estado, la junta general de accionistas la componemos todos los costarricenses y tenemos, por consiguiente, el derecho de conocer hasta en sus menores detalles la creación, desarrollo y resultado de todas y cada una de las cuentas correspondientes a los negocios verificados por los directores de la Institución. no só.
lo el derecho sino también el deber porque lo es y Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.