Socialism

I 80 EOS EOS 181. Lo repetiré otra vez, todo eso se realizará sin trastornos, y nos veremos al término del socialismo sin encontrar el socialismo en nuestro camino. Los viejos marinos hacen creer a los neófitos que yendo de uno a otro polo se encuentra la línea ecuatorial, tensa y resistente, en la superficie del mar. No, no es posible encontrar la línea, y a menos de realizar cálculos minuciosos, se rebasa sin notarla: de igual modo se rebasará la línea socialista. Los hombres del 48. a los que tanto parecéis estimar, eran generosos, pero irritantes. No hablaban del Porvenir sin mayúscula, y lo oponían al Pasado y al Presente como un arcángel de luz a un demonio de tinieblas. El soplo del Porvenir lo sentían continuamente pasar entre sus largos cabellos y por su luenga barba. Esperaban al hombre del Porvenir, a la sociedad del Porvenir, a la ciencia del Porvenir, al arte del Porvenir, a la religión del Porvenir.
Hasta creo que el modesto sol que nos alumbra era muy mediocre para ellos que esperaban el sol del Porvenir. Se figuraban que el fuego y el hervor de las almas iba a suscitar una sociedad nueva como el fuego interior de la tierra puede suscitar nuevas montañas: en estas esperanzas había mucho orgullo, pues por de contado se consideraban ellos como los ordenadores de la nueva sociedad, y las nuevas cimas el pedestal sobre que ellos se erigiesen. Ilusiones de la generosidad! Quimeras de la vanidad!
La sociedad humana tiene, como la tierra, una forma casi definitiva: sin duda habrá transformaciones: pero no extraordinarias reconstrucciones. Nunca habrá revoluciones sociales como no hay revoluciones geológicas. El progreso humano ha entrado en un período silencioso que no es el menos fecundo. Pascal decía contemplando el cielo que entolda nuestras cabezas. Me espanta el silencio eterno de esos espacios infinitos. Yo me consuelo y regocijo cuando terminan las polémicas de la prensa y toda nuestra agitación verbal subsiguientes a los periodos electorales. El universo sabe realizar su obra sin ruido, sin ninguna declamación charlatanesca en las alturas, sin que ningún programa coruscante se intercale en la tranquilidad de las constelaciones. Yo creo que la sociedad ha entrado en un periodo dichoso en que todo se hace sin ruido y sin sacudidas, porque a todo preside la madurez: habrá reformas y aun grandes reformas, pero se realizarán sin apenas mentarias, sin turbar la dulce paz de las naciones, como la caída del fruto maduro no altera los bellos días de otoño; la humanidad se elevará insensiblemente hasta la justicia fraternal, como la tierra que nos sustenta se eleva por silenciosa gradación hasta los horizontes estrellados. Oh, mi querido amigo; cuánta prisa tengo de responderle, y qué cosas debo decirle. No; no me conteste esta noche. Mire y escuche. Mientras nosotros discutimos y soñamos en el porvenir, todo lo que vive, todo cuanto existe, se abandona a la alegría de la hora presente y a la inmediata dulzura de la noche serena. Los campesinos acuden en grupos a la granja para despojar de sus hojas a las espigas del maíz, y vienen can