174 EOS EOS 175 Párrafos cubiertas de brumas, escaladas apenas por amarillentas gramíneas o robles ateridos, pero de cuyos flancos descienden mil vertientes que van a fertilizar los calurosos Valles y a engrosar el caudal de nuestros grandes ríos.
MARCO FIDEL SUÁREZ la luz de la luna Las ideas, los principios, las razones últimas, la filosofía, en suma, es la regla de la vida y el principio que informa la conducta humana en todas sus manifestaciones. Por eso fué llamada de los ant guos dón de los dioses. Cuando el verde azulado de las mieses se mueve en ondas voluptuosas y cuando el mar azotado por los huracanes brama y se levanta en olas gigantescas, quién creería que la causa de ondas y olas fuera esa misma luz que hace verdear las mieses y que platea las espumas? sin embargo, el movimiento es producido por las corrientes atmosféricas, las corrientes por el desequilibrio de temperatura, el desequilibrio por el calor y el calor por el sol, foco de vida, de mov miento y de luz. Eso mismo sucede en las ideas filosóficas, pues ellas guían las ciencias, las ciencias inspiran a los hombres y los hombres dirigen a pueblos y naciones. Allí está la historia que muestra siempre y doquiera las costumbres, hábitos, tendencias y carácter nacionales inspirados y modelados por las ideas filosóficas.
Noches pasadas iba por el campo charlando con un joven amigo recién salido de la Escuela Politécnica, el cual posee un espíritu tan expansivo como lógico.
Paseábamos por una despejada llanura bordeada a mano izquierda de redondos ribazuelos eslabonados por breves praderas en forma de barrancos. La luna llena iluminaba el espacio transparente y terso, y las estrellas, pálidas y remotas, tenían una dulzura que enternecía. El blanco camino se prolongaba ante nosotros y se perdía a lo lejos en el misterio del horizonte, bañado de luz y de sombras: aquel camino parecía conducir de la realidad al ensueño. Sí, decía yo, lo que me disgusta en la sociedad presente no es precisamente los sufrimientos materiales que un régimen mejor podría dulcificar, sino las miserias morales que fomentan el estado de lucha y una monstruosa desigualdad. El trabajo debiera ser una función y una alegría, y no es frecuentemente más que una servidumbre y un sufrimiento. Debiera ser el combate de todos los. La filosofia, aunque árida y especulativa por naturaleza, és la fuente que vivifica todos los conocimientos, todas las ciencias y todos los sistemas: es como aquellas montañas de nuestros Andes, que se divisan en remotos confines, coronadas de nieve o