164 EOS EOS 165 El Mensaje (Reparos sin importancia)
Aunque «el Poder Ejecutivo ha expuesto. los motivos que hacen necesaria e inaplazable la reforma (tributaria) y cabe suponer que a estas horas todos los ciudadanos pensantes vosotros en especial, señores Diputados. estén convencidos, agrega algunas observaciones más que le sugiere el último desarrollo de la política internacional y de la vida económica de nuestro país. Asi dice el Mensaje, y continúa. Las rentas públicas dependen en primer lugar del producto de las Aduanas» y traza sobre este tema un cuadro tan cargado de sombras que acaba por asustarse el autor mismo del Mensaje y ver con espantola posibilidad de la completa paralización del comercio, fenómeno que privaría al gobierno del goce de aquellas rentas. no contento con las sombras amontonadas en ese cuadro, las realza con tristes y fatídicos augurios para el negocio de café.
Como estos pronósticos de desventuras pueden ser muy peligrosos para los cosecheros de ese grano, aunque no para los exportadores, que saben más en el asunto que el señor Encargado del Poder Ejecutivo, insertamos a continuación lo que dice la Revista Continental de New York, del porvenir del café. Pero antes de hacer esta inserción, diremos que nos parece un poco teatral y fingido el espanto del autor del Mensaje, porque al acabar de oscurecer aquellas sombras, dice. Esta situación del mercado cafetalero influye desfavorablemente sobre las importaciones, y es de temer, por lo tanto, que la paulatina mejora notada últimamente en la renta de Aduanas, no podrá continuar. Lo que en buen romance y sin aspavientos quiere decir que la renta de Aduanas ha mejorado, a pesar de la guerra, del bloqueo, del alza de los fletes y de los pronósticos desconsoladores del Poder Ejecutivo.
Veamos ahora lo que dice la Revista Continental de New York. La guerra y el consumo de café El hecho de que los países americanos hayan perdido a Alemania y Austria entre sus consumidores de café, no causará ni ahora ni en el futuro un efecto notable en los precios a que se cotiza ese producto, ni producirá dificultades económicas a los cosecheros de la América del Sur.
Esta es la opinión expuesta por los miembros más prominentes del New York Coffee Exchange, quienes han estudiado con sobra de datos las condiciones de aquel producto en los mercados mundiales. Los especuladores de café en Nueva York no dan crédito a la versión de que el Brasil trataría de vender en los Estados Unidos el sobrante por falta de consumo en Alemania y Austria, y ocasionaría de este modo un excedente y por consecuencia una declinación en el precio del artículo. La elevación en el valor de los fletes marítimos y la escasez de barcos disponibles para el objeto, forman un argumento en contra de aquella aserción.