162 EOS EOS 163 de rodearse de adeptos mediocres porque sirven con más sumisión, es el que ha retardado el progreso institucional y el perfeccionamiento administrativo. Esta escuela fundada por los políticos de mayor auge, que consiste en depositar las posiciones en manos de adictos secundarios con el objeto de que se las devuelvan oportunamente, ha constituído oligarquías de menguados ensoberbecidos que ya no quieren volver a su calidad de servidumbre, ha rebajado el nivel moral e intelectual del gobierno, ha torcido el sentimiento recto de las cosas, ha falseado la equidad, ha disminuído el decoro, ha excitado ambiciones injustificadas, ha trastornado la noción popular sobre el valimiento de los hombres.
La política amigable de las oligarquías dice Ramos Mejía en Los simuladores del talento ha atrofiado el pensamiento por falta de uso, pues su más activo ejercicio ha sido el de los oradores informantes, para simular el estudio de proyectos votados antes de considerarlos.
La escuela de los suplementarios ha esterilizado el gobierno al dotarlo de meollos transparentes como globos de reclame.
De esa escuela ha salido el copiador de las instituciones extranjeras sin el criterio de su adaptación. De esa escuela ha salido el imitador de la paz armada sin el entendimiento de la necesidad. De esa escuela ha salido el atrevido innovador de la enseñanza sin el concurso de los que la han profundizado. De esa escuela ha salido el disipador de los caudales públicos sin el sentido de su aplicación. De esa escuela ha salido el gastador vano y fastuoso sin consideración a la pobreza del pueblo. De esa escuela ha salido el administrador advenedizo sin respeto a su personal, el simulador autoritario que destruye los usos consagrados, el mandón caprichoso que coarta las libertades comunales, el polizonte imperioso que molesta a los vecindarios. Es una escuela, fundada y adelantada por los exitistas temporales, la que ha suministrado los gobernantes y funcionarios acéfalos, que sólo han ejercitado el olfato y la clara visión para percibir las altas colocaciones. Este ejemplar, tal vez más escaso en los tiempos en que había que debatir principios de organización legal, se ha difundido después, merced a la facilidad con que puede conducirse lo que ya está hecho. La clase dirigente nuestra, sin la filiación neta que dan las viejas sociedades estables, es una colección de diversas herencias acumuladas en su esfera, como un jardín zoológico formado de ejemplares de todas las faunas. Los hombres más puros, más esclarecidos, más ilustrados, donde podría encontrarse el pensador, el legista, el filósofo, el codificador, el economista, se distancian con esquiva dignidad de esa falange disputadora de todas las posiciones, y sólo prestan sus servicios cuando la necesidad suprema demanda una autoridad científica. Si clasificamos las tres generaciones de hombres militantes en los cien años de vida independiente, dividiéndolas en libertadores, constituyentes y administradores, y exigimos a estos últimos la inteligencia de las reformas que la actualidad impone, se revela el fracaso más grotesco en esta última generación multicolor.
OSVALDO SAAVEDRA Revista Argentina de Ciencias Políticas, Setbre. 1915.