152 EOS EOS 153 Hax tro como los llamados hongos, que están armados; blandos como los cordobeses; de paja como los de verano, y altos como los de copa; todos tienen el ala para hacer sombra; de donde toman el nombre. Los de señora llevan plumas, cintas y flores. Seriamos interminables en este camino. El texto va acompañado de los grabados respectivos, como se apresura a.
consignar el Sr. Parral en la portada de su curioso libro, Sigue después la «Explicación oral y análisis gramatical de varios párrafos del Quijote para que sirvan de modelo.
Como el autor se ha limitado a transcribir diferentes pasajes del libro cervantino no ha podido tener ocasión de lucir sus conocimientos y estilo.
Para final es digna de tenerse en cuenta la siguiente observación pedagógica del ilustre Sr. Parral. Dice asi. Estudiando bien todo esto será muy buena la preparación del alumno y no sólo saldrá bien en el examen de ingreso sino que aprovechará con ventaja los estudios, pues hay que convencerse esta es la base, si falta, todo lo que se haga en adelante será edificar sobre arena. De España. UE la nación hable, que la nación actúe, que la nación se levante, en el sentido de vigorosa erección de su autoridad; que no pida al Gobierno lo que éste, enredado en la maraña de sus desaciertos, no puede dar ya. Juzgando con benevolencia las intenciones, puede decirse que el Gobierno quiere hacer las cosas derechas y le salen torcidas. En él hay un caso de epilepsia larvada. Lo que la nación debe pedir a sus actuales gobernantes es que se ausenten del trajín de los asuntos públicos, y traten de recobrar, en lugares de apartamiento, la salud que han perdido. Mediten en los daños causados, reparen sus yerros, que si lo hicieran con el rosario, no habría ninguno con número bastante de cuentas para llegar al fin. BENITO PEREZ GALDOS.
AY dos socialismos. Uno es el socialismo económico, el socialismo marxista, el socialismo germảnico. Este socialismo pedantesco, que tiene la pretensión de ser el socialismo científico, afirma como una de sus premisas fundamentales el materialismo histórico; es el socialismo que, según la frase famosa de Schaefle, ha hecho de la cuestión social una cuestión de estómago. Para este socialismo la historia no se mueve por idealidades, por impulsos generosos, por nobles y desinteresados sacrificios, sino por el juego mecánico, automático, de los más sórdidos y mezquinos intereses. Este socialismo económico, materialista, se burla de los grandes principios de relumbrón, y tiene por tales las más preciadas conquistas de la democracia. Es el socialismo que califica de hojarasca burguesa a la prosa de Hugo, que se ríe de Zola cuando se alza campeón de la justicia, que en vez de atacar a los Méline, a los Dupuy, a los Ribot, injuria y escarnece a los Brisson, a los Bourgeois, a los Clemenceau. Es el socialismo esquinado, que insulta a Prudhon, el gran precursor. Ante la epopeya, este socialismo de madera, que dijo Rosa Luxemburgo, se cruza de brazos y se manifiesta partidario de la neutralidad.
Pero hay otro socialismo. Es el socialismo que procede en línea recta de la gran Revolución. Este socialismo tiene una ilustre prosapia y pertenece a la más elevada alcurnia espiritual. Sus padres fueron Rousseau y Montesquieu, próceres entre los próceres.
Este socialismo, lejos de ver en la historia un proceso mecánico, la contempla, a la luz del ideal, como una