60 EOS EOS 61 Escúchase su voz, y sus cantares no serán repertorio de concierto, pero sabe sentirlos, y eso basta; los dice con el alma, y eso quiero.
Para el niño juicioso y aplicado que al estudio tributa sus esfuerzos, para aquella afanosa huerfanita que da vida al hogar con sus gorgeos de alegre pajarillo, y los cuidados de madre cariñosa toma en serio; para el ser compasivo que hace propios los ajenos pesares. para ellos solos guarda su voz festivos cantos, y reserva también dulces acentos.
prescindir del aroma que perfuma el correr de mi vida. que el momento escapado al rigor de la faena, lo disfruto gozosa en mi risueño jardinillo do esparce su fragancia el hermoso rosal de mis afectos. Oh mi Musa gentil. Cómo bendigo tantas horas felices que te debo!
Quién me diera la mágica varita que operara milagros en tu obsequio!
Pero siempre que intentas trasformarte y pretendes salirte de tu centro, dan las doce traidoras y te vuelven otra vez a tu escoba y a tus suecos.
EOSINA Eosina es una joven costarricense, inteligente y dulce, que poco a poco habrán de apreciar nuestros lectores.
Mi Musa nunca sabe de vestidos costosos, ni de joyas ni aderezos; pero bajo sus miseros harapos palpita un corazón sencillo y bueno.
Es muy joven; no tiene la experiencia que regula los actos de los viejos, mas en cambio se embriaga de «llusiones. el licor que sostiene con su aliento la tenaz voluntad, y le da brios con que pueda cscalar hasta los cielos.
Es también entendida jardinera: Ella cuida el vergel de mis ensueños procurando que siempre esté florido, que no lleguen hasta él viles insectos que persiguen la flor. los desenganos. pues que sabe muy bien que yo no puedo Hablar de un Viejo Mundo y de un Nuevo Mundo es hablar en lengua muerta. El mundo es uno, la humanidad toda va. como vulgarmente se dice. en la misma barca.
Los pasajeros se multiplican, pero la barca conserva su tamaño. a quienes sacudan la embarcación y la pongan en peligro de zozobrar, debe sujetárseles por la fuerza. No puede América separarse de los destinos de Europa, como no puede divorciarse de las leyes naturales que rigen al universo.
La catástrofe de Europa está sacudiendo la nave del Estado Americano de babor a estribor. Puede que haya en la cala ciudadanos que no lo hayan notado: en una población ele cien millones tiene que haber algunos imbéciles.
OWEN WISTER (El Pontecostes de la Calástrofe.