50 EOS EOS 51 de la lucha no se formaba todavía. La propaganda alemana era muy fuerte y la de los Aliados débil.
Los alemanes mismos se iban a encargar de hacer sentir en Chile que su triunfo seria un peligro para todos los pueblos del orbe que aspiran a vivir libres y a ser respetados.
VI fluye sobre la opinión, aparecieran en los comienzos de la guerra como descoloridos.
En algunos de ellos se aceptaron colaboraciones de uno y de otro lado que entablaban polémica o contestaban las apreciaciones de los corresponsales del diario.
Si es verdad que no hacían muchos comentarios editoriales, los diarios chilenos recibian en cambio abundantes noticias europeas, todo lo que la censura permitia, ensanchando en lo posible sus servicios ordinarios de información telégrafica, algunos de los cuales son excelentes. cuando las comunicaciones postales perturbadas en los primeros dias se regularizaron, comenzaron a publicarse los documentos de la guerra, las notas oficiales referentes a su origen, los informes acerca de la campaña alemana en Bélgica y en el norte de Francia, los detalles oficiales del tratamiento dado a las poblaciones civiles. Al mismo tiempo llegaban a Chile numerosos chilenos que habian estado en París, en Londres, al iniciarse las hostilidades y aparecian cartas de corresponsales chilenos que seguian el curso de los sucesos y completaban con comentarios las noticias telegráficas.
En suma, los diarios chilenos fueron poco a poco recogiendo documentos, acumulando material para formar juicio, trazando el cuadro enorme de la guerra y dando a la opinión los elementos necesarios para apreciar en conciencia los intereses humanos que estaban en juego.
La violación de la neutralidad del Luxemburgo y de Bélgica, la comparación de los documentos de la cancilleria alemana con los que publicaban los Aliados, los métodos de guerra adoptados por el ejército alemán en Flandes y Francia, produjeron en Chile una indignación unánime. Ni una voz chilena se alzó, que yo sepa, para justificar aquellos hechos. Las defensas intentadas por la propaganda alemana no hallaron eco, hacia el fin del año 1914 la opinión chilena estaba orientada y se sentía ya que la mayoria del pais reconocia que Alemania era responsable de la guerra y que su manera de conducirla estaba en contradicción con los principios esenciales de la civilización.
Sin embargo, la conciencia completa del sentido humano La guerra había arrojado a Chile en una profunda crisis económica. Ya hacia varios años que el organismo económico del pais estaba muy debilitado y carecía de fuerzas de resistencia. El conflicto europeo paralizó todo nuestro comercio. Las exportaciones de nitrato de soda que dan al Estado la principal de sus rentas, fueron súbitamente interrumpidas. Varias docenas de miles de obreros que se ocupan en la extracción, elaboración y embarque de esta sustancia quedaron sin trabajo. Los agricultores del centro y del sur se vieron sin mercados para sus productos.
Los comerciantes hallaron cortados sus créditos europeos y detenidas las remesas de mercaderias. El valor de cambio de la moneda chilena bajó a los limites de un desastre.
El costo de la vida encareció en proporciones enormes.
Esta crisis no hubiera sido tan grave, porque habria sido de muy corta duración, sino mediara la circunstancia de que la mayor parte de los barcos de guerra alemanes que no se habían refugiado en el canal de Kiel, se reunieron en el Pacifico del sur y comenzaron a perturbar el tráfico de la marina mercante británica que hacia principalmente el comercio de Chile.
Esos cruceros, eficazmente ayudados por sus compatriotas residentes en Chile, hallaban manera de recibir carbón y viveres violando a cada paso la neutralidad de Chile, burlando la vigilancia de la pequeña escuadra chilena, llegando a interrumpir por completo toda actividad maritima en nuestros mares.
No era una empresa muy dificil porque la costa de Chile tiene más de 000 kilómetros de largo, está escasamente poblada y se quiebra hacia el Sur en un dédalo de canales, islas y fjords enteramente desiertos, que son un excelente refugio para barcos que se dediquen a una campaña de esta especie.