Liberalism

EOS 39 EOS 38 políticas, denunció el culto de la incompetencia y el horror a las responsabilidades que son característicos de las democracias modernas. Puso de presente las inconsecuencias lógicas del hombre, la incompatibilidad de términos que salen de una misma boca como si fuesen hermanos, la ironía del destino, que con el simple desarrollo de un principio conduce, a quien lo proclama, precisamente al terreno del cual ese principio tendia a separarlo.
Mostró el engaño de muchas fórmulas sonoras y de muchas palabras doradas. Pero se dio cuenta también de su eficacia en aquellos casos en que el sentimiento.
busca certeramente lo que puso en la fórmula, aunque la fórmula no exprese la verdad del sentimiento y sea por tanto errónea. Habló de prejuicios necesarios, que él mismo llamó con otro nombre ilusiones bienhechoras.
Enseñó al mundo otros diez mandamientos. Vibró con el azote de la guerra y puso en una frase, que revela algo sublime, su corazón de patriota. Los jóvenes luchan y sufren en. tal parte. Qué triste es estar viejo. Enseñó la tolerancia, el liberalismo auténtico, el que tiene por fin asegurar la libertad del individuo contra toda clase de opresiones sociales y políticas y se resuelve en absoluto respeto por las personas y entidades que defienden la idea que se combate. Lanzó sobre el planeta chispas de genio. luego se hundió sin aspavientos, sin actitudes teatrales, pidiendo solamente que le hicieran funerales sencillos. Ah! No suelen ser muy amados los escritores que se consagran a la crítica, sobre todo a la teatral.
Si alaban, no se les agradece, porque el encomiado juzga archimerecidas sus alabanzas.
Si censuran, se les odia, porque jamás el vapuleado conviene en la justicia de los azotes que le infligieron.
Si callan, se atribuye a treta su omisión, y se dice que practican el complot del silencio.
Sin embargo, en Francia ha muerto recientemente Emilio Faguet, crítico, y crítico de teatros, y he aquí cómo da la triste noticia uno de los más celebrados comediógrafos franceses, Mauricio Donnay. Yo sé que ustedes (el gran público) eran amigos de Faguet, y que al saber su muerte han tenido una gran pena. Hasta en esto fué excepcional el insigne historiador de «La literatura francesa en el siglo XIX. Los epitetos de «bueno. encantador. original. iban siempre adosados a su nombre en tertulias literarias, en saloncillos de teatros, en librerías, en camerinos de artistas y de actores. Saint Beuve, su antecesor directo, aquel cuyo hueco viro a llenar Faguet en la república de las letras, no tuvo igual suerte, según sus biógrafos, sino la diametralmente contraria. Hombre más aborrecido de los otros hombres y menos amado de las mujeres! Fué el infierno en vida del paradójico autor de «Volupté. Pero volvamos a Faguet. De extraordinaria erudición, de talento muy profundo, asiduo en el trabajo, fácil de estilo, porque escribir constituía un placer para su entusiasmo artístico, que jamás decayó, fué, ante anyol NIETO CABALLERO