I EOS EOS 13 He aquí las ideas y he aquí las pretensiones de los absolutistas en materia de enseñanza. Son exactamente las de los católicos al revés.
Los procedimientos mismos, y esto es bien natural, porque el número de procedimientos no es ilimitado y nos conviene renovar los que en otra ocasión sirvieron a nuestros adversarios cuando tenemos exactamente el espíritu que en otra ocasión tuvieron nuestros adversarios; los procedimientos mismos, empleados o propuestos por los absolutistas, son exactamente los de los católicos de otras veces. Los católicos de otras veces exigían de ciertos funcionarios un billete de confesión para saber si eran buenos católicos. Los absolutistas de hoy, cuando no van hasta querer sencillamerte que sólo los profesores del Estado enseñen, exigen pruebas de capacidad o de aptitud pedagógica. Nosotros no queremos para la enseñanza más que gentes que piensen como nosotros y que no hagan más que repetir palabra por palabra las fórmulas que el señor Ministro de Instrucción Pública les comunique. Del mismo modo que no queremos más que una religión del Estado, es decir, un clero domesticado entre las manos del gobierno, del mismo modo no queremos más que una enseñanza del Estado y todas las demás, sean cuales fueren, serán proscritas. Es claro que dos siglos después de Luis XIV se tenía derecho oigo a los cándidos que creen que los hombres cambian de esperar otra cosa, y que esta concepción de la sociedad moderna es furiosamente reaccionaria.
Ella sorprende a los espíritus rectos y a los que tienen el candor de creer en el progreso. Es así como escribía Gabriel Monod en el mes de Julio de 1902. Los que, como yo, son partidarios de una libertad absoluta de asociación y, al mismo tiempo, de la separación de la Iglesia y del Estado. están asustados y afligidos de ver a los anticlericales de hoy manifestar respecto a la Iglesia Católica sentimientos y doctrinas idénticos a los que los católicos manifestaban no hace mucho tiempo respecto a los protestantes y herejes de todo orden. Se lee hoy en ciertos diarios que no es posible dejar a la Iglesia Católica continuar educando a la juventud francesa en el error; yo mismo he leído «que no es posible admitir la libertad del error. Como si la libertad del error no fuese la esencia misma de la libertad! decir que los que escriben estas frases protestan contra el Syllabus, copiándolo del todo (literalmente. Estamos condenados a oscilar perpetuamente entre dos intolerancias, y el grito de Viva la libertad. no será nunca más que el grito de las oposiciones perseguidas, en lugar de ser la divisa de las mayorías triunfantes. No se puede dudar en manera alguna, querido señor; y no veo a ningún gobierno gritar. Viva la libertad. lo que no puede tener para el otro sentido que el de «Viva la oposición. a menos, como creo que lo demostraré adelante, que sea muy inteligente; pero esto es una hipótesis en la que no es preciso detenerse. HABÉIS NOTADO QUE LOS HOMBRES MÁS INTELIGENTES, UNA VEZ QUE HAN ALCANZADO EXITO, NO SON YA TAN INTELIGENTES?
EL Se habla aqui del progreso a todo galope en que tanta fe tienen los legisladores.
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