Núm. 12 AGOSTO Año 1916 San José, COLECCIÓN EOS FALCÓ BORRASÉ, Editores Una carta BUENOS LIBROS, a 60 el tomo Floreal (drama social. Chardon.
La novela de la sangre, Carlos Octavio Bunge.
La sanción moral, Proudhon.
Marcos, amador de la belleza, Alberto Nin Frias.
Italia, José Ingenieros.
El libro del saber doliente, Antonio Zozaya.
Tessis, Tiberghien.
Fuerza y Materia, Luis Büchner.
Las clases sociales, Carlos Malato.
Canción de Primavera, José de Maturana.
Pedro el Grande, Dimitri Merejkowski.
Los dijes indiscretos, Diderot.
Juan Jacobo Rousseau, Augusto Dide.
Moisés, Jesús y Mahoma, Barón Holbach.
El mundo nuevo, Luisa Michel.
Por los cauces serenos, Antonio Zozaya.
Las hazañas del coronel Gerard, Conan Doyle.
Filosofia zoológica, Juan Lamarck.
Federalismo, Socialismo y Antiteologismo, Bakounine.
La isla del tesoro, Stevenson.
El retrato di Diablo, Julio Barrilli.
De a Alemania, Enrique Heine.
La comedia del sentimiento, Max Nordau.
La novela de un médico, Conan Doyle.
El tablado de Arlequin, Pio Baroja.
El Estado. La dignidad personal, Proudhon.
Palabras de un rebelde, Kropotkine.
La conquista del pan, Kropotkine.
La ciencia moderna y el anarquismo, Kropotkine.
El Mandarin, Eca de Queiros.
El primo Basilio, tomos, Eça de Queiros.
El crimen del Padre Amaro, tomos, Eça de Queiros.
Cómo haremos la revolución, tomos, Pataud y Pouget.
Ariel, José Enrique Rodó.
El indiano, Santiago Rusiñol.
Reflexiones de un paseante solitario, Jacobo Rousseau.
El espejo de la muerte, Miguel de Unamuno.
De carne y hueso, Eduardo Zamacois.
Historia de las ideas morales, Paul Gille.
Las Tenazas, Pablo Hervieu.
La religión al alcance de todos, de Ibarreta.
Mi ventana florida, Mirabent Vilaplana.
Hacia la Universidad futura, Nelson.
San José, 29 de julio de 1916.
SEÑOR DON ELÍAS JIMÉNEZ ROJAS Dice usted muy bien, querido amigo. que no hay educación sin instrucción. y aun pienso yo «que sin educación no hay instrucción» efectiva y de consecuencias prácticas. a propósito, ahora que tanto se trata del asunto. intra muros et extra. usted me entiende. me permito contarle un cuento, parte de la propia «Historia (inédita) de mi vida, una serie lamentable de equivocaciones. En aquel tiempo hace más de sesenta años era yo estudiante de la Universidad de Madrid y profesor del «Colegio hispano americano de Santa Isabel. donde asistían niños de la mayor aristocracia, en cuenta un sobrino del Rey consorte don Francisco de Asís María.
Por eso, y, a mi parecer, según laudable costumbre, había lujosas fiestas de fin de curso y distriEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.