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EOS 326 EOS 327 la conversación como es debido porque son ideas que se presentan a veces a la conciencia en forma obscura y vaga. ya veréis que allí está el manantial profundo de este estado de alma verdaderamente extraordinario.
De España ¿Se hacen hacen los tontos. EL ensayo «Elogio del corazón. que figura en el libro tan sugestivo Del vivir heroico, de Victoriano García Martí, tomo estos párrafos. Hay gentes de buen corazón y las hay que hacen de tripas corazón. Con lo primero basta para servir al prójimo; con lo segundo se puede servir al prójimo y a uno mismo, ya que crea el mérito de la persona. claro, este corazón hecho en casa es menos inocente porque responde a la industria particular y privada; anduvo aquí la mano del hombre y no regalo con toda la simplicidad y toda sencillez de las cosas naturales. Cierto que un corazón que nace es mucho más dulce que un corazón que se hace; por eso es más soso.
Yo no haría voto de pobreza sino a condición de ser sentido son nuestras. Un virtuoso de nacimiento suele ser un idiota, o por lo menos no le hace ninguna falta la inteligencia. Casi todos los tontos que andan por el mundo son unos santos; pero como no han hecho nada por ser tontos, su santidad no tiene mérito. Este elemento intencional, esa voluntad heroica es lo qne reclama el sentido de una vida superior. Por eso preferimos el corazón hecho de tripas a un corazón que nace.
Estos párrafos con que Victoriano García Martí empieza su elogio del corazón son ingeniosos, conceptistas, gracianescos. Pero.
Veamos. En rigor, todo corazón se hace de tripas, o por lo menos sin éstas, sin las tripas, no hay corazón posible. lo que se nos podrá objetar que sin corazón tampoco puede haber tripas.
Quedamos, pues, en que las tripas y el corazón son algo solidario y acaso intercambiable. cabe hacer del corazón tripas. Hay quien sin tener que comer no se ha muerto de hambre porque no ha querido, por fortaleza de corazón. Como que el saber ser pobre es cosa más del corazón que de la cabeza.
No veo del todo claro la diferencia entre un corazón que nace y otro que se hace, como no la veo entre los dos poetas del dicho decidero, el que nace y el que se hace. no la veo porque nacer no es sino hacerse y hacerse es nacer. Un virtuoso de nacimiento suele ser un idiota, o por lo menos no le hace ninguna falta la inteligencia. Si es virtuoso de veras necesita no poca muy rico. Las gentes estiman, con justicia, el soplo de voluntad que anima nuestras obras porque sólo en tal Si el ideal de Alemania se realizara, la vida no valdría ya la pena de ser vivida.
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