324 EOS EOS 325 verdad que la fuerza puede ser para una nación medida y signo de su Derecho, una nación que tuviese, por ejemplo, fuerza bastante, militar o industrial, para hacer frente a las demás grandes naciones y, por lo tanto al resto del mundo, esa nación tendría derecho y aun diré que tendría deberde imponer su dominio y su organización al mundo entero. de ello resultaría otra unificación, pero muy distinta de la primera; una unificación que no saldría del consentimiento de las naciones, desarrollando cada cual su personalidad y su individualidad, sino, por el contrario, de una especie de coacción que impondría a la humanidad entera una manera de uniformidad mecánica. También se ría unidad, pero unidad es necesario decirloabstracta, pobre, vacía, la unidad de una máquina y no ya la unidad armoniosa y fecunda de la vida.
He aquí las dos tesis que están frente a frente; una vez más, las formulo; no hago apreciación de ellas: hago filosofía.
Ved ahora, después de la filosofia, un poco de psicologia: En nuestra última conversación, para terminar, os hablaba yo del estado moral de Francia. Os decía que es una Francia que ha dicho que sí por adelantado a todos los sacrificios, sean los que fueren: Sacrificio para cada hombre de cuanto posee, sacrificio de su vida, sacrificio lo que es más grave. de la vida de sus hijos; Francia ha dicho que si a todos estos sacrificios. Pues ahora nosotros podemos preguntarnos por qué. por qué. Cuál es la razón profunda, interior, por la cual en la hora presente no hay francés que no esté dispuesto a hacer tranquila, silenciosamente todos los sacrificios?
La razón es que todo francés estoy analizando un estado de alma; no apreciándolo todo francés siente y cree, cree profundamente que no se trata sólo de la suerte de Francia. Ay! harto suficiente sería ya eso para defender la patria; no hay sacrificio demasiado grande para hacerlo por ella; pero acaso ese sacrificio no tomara esa forma, esa forma extraordinaria de que trataré de daros en seguida, desde el punto de vista psicológico, una idea más precisa: no bastaría eso. Es que además todo francés tiene el sentimiento de que no sólo se trata de la suerte de Francia, que se trata lo hago constar, no juzgo. cree que se trata de la suerte de la humanidad entera. Se ha llegado a una una encrucijada, a una bifurcación en que se abren dos caminos, cada uno de los cuales conduce a uno u otro de los dos sistemas de unificación para la humanidad: al final del uno, la unificación en la riqueza, en la abundancia, en la exuberancia moral, en la exuberancia de la vida; al final del otro la pobreza, la sequedad, casi diré la muerte.
Digo en seguida que si todo francés ha optado sin vacilación por el primer ideal, ocurra lo que ocurra, es porque todo francés se ha dicho que si el otro se realizara la vida no valdría ya la pena de ser vivida.
Tal es el sentimiento de todos los franceses, desde el sabio, el filósofo que reflexiona, hasta el obrero más humilde, hasta el campesino. Podéis entrar en la cabaña de un campesino y preguntarle; ya veréis, siguiáis Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.