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EOS EOS 309 evocar la grandeza romana todos veían con la imaginación el enorme Coliseo, redondel de matanzas, o los arcos elevados a la gloria de Césares ineptos.
Las obras representativas de los pueblos tenían dos significados: el interior e inmediato que le daban sus creadores, y el exterior, de un interés universal, que les comunicaban luego los siglos, haciendo de ellas un símbolo. El Arco continuó Tchernoff es francés por dentro, con sus nombres de batallas y generales que se prestan a la crítica. Exteriormente es el monumento del pueblo que hizo la más grande de las revoluciones y de todos los pueblos que creen en la libertad. La glorificación del hombre está allá abajo, en la columna de la plaza de Vendome. Aquí no hay nada individual. Sus constructores lo elevaron a la memoria del Gran Ejército, y ese Gran Ejército fué el pueblo en armas esparciendo por toda Europa la revolución.
Los artistas, que son grandes intuitivos, presintieron el verdadero significado de esta obra. Los guerreros de Rude que entonan la Marsellesa en el grupo que tenemos a la izquierda, no son militares de oficio, son ciudadanos armados que marchan a ejercer su apostolado sublime y violento. Su desnudez me hace ver en ellos unos sans coulottes con casco griego. Aquí hay algo más que la gloria estrecha y egoísta de una sola nación. Todos en Europa despertamos a una nueva vida gracias a estos cruzados de la libertad. Los pueblos evocan imágenes en mi pensamiento. Si recuerdo a Grecia veo las columnatas del Parthenon; Roma, señora del mundo, es el Coliseo y el Arco de Trajano; la Francia revolucionaria es el Arco del Triunfo.
Era algo más según el ruso. Representaba un gran desquite histórico: los pueblos del Sur, las llamadas razas latinas, contestando después de muchos siglos a la invasión que había destruído el poderío romano; los hombres mediterráneos esparciéndose vencedores por las tierras de los antiguos bárbaros.
Habían barrido el pasado como una ola destructora para retirarse inmediatamente. La gran marea depositaba todo lo que envolvían sus entrañas, como las aguas de ciertos ríos que fecundan inundando. al replegarse los hombres quedaba el suelo enriquecido por nuevas y generosas ideas. Si ellos volviesen! añadió Tchernoff con gesto de inquietud. Si pisasen de nuevo estas losas. La otra vez eran unas pobres gentes, asombradas de su rápida fortuna, que pasaron por aquí como un rústico por un salón. Se contentaron con dinero para el bolsillo y dos provincias que perpetuasen el recuerdo de su victoria. Pero ahora no serán soldados únicamente los que marchen contra París. la cola de los ejércitos vienen como iracundas cantineras los Herr Professor, llevando al costado el tonelito de vino con pólvora que enloquece al bárbaro, el vino de la Kultur. en los furgones viene igualmente un bagaje enorme de salvajismo científico, una filosofía nueva que glorifica la fuerza como principio y santificación de todo, niega la libertad, suprime al débil y coloca el mundo enun Podemos servir suscripciones de TODOS los números de EOS. desde el primer cuaderno.
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