272 EOS la Linterna de sus deberes hacia sí mismos y hacia sus semejantes, y cada uno cumpliendo la tarea para la cual ha sido designado por sus aptitudes y sus fuerzas. En qué quedaría el proteccionismo. Qué razón existe para oponerse en una región a la introducción de los productos de otra región cualquiera, si en cada punto del globo se hace lo que el clima y las condiciones geográficas, económicas, etc. favorecen más?
En las circunstancias presentes se procede de otra manera, porque las poblaciones están divididas y agrupadas en Estados que se conducen, los unos relativamente a los otros, de un modo que nadie aprobaría en los individuos.
Partiendo del principio de que cada país debe procurar bastarse a sí mismo, las naciones se esfuerzan por mantener industrias que no podrían normalmente vivir en ellas. De ahí la protección, cuya base consiste, pura y simplemente, en hacer pagar más caro de lo justo, a la generalidad de los consumidores, el producto del trabajo de una parte de ellos.
El proteccionismo es, exclusivamente, una necesidad política. Es un mal terrible que los Estados conservan a expensas de sus súbditos.
Sus efectos desastrosos, moderados algunos años, gracias a la vigilancia de Colbert 2no pusieron a Francia en un estado de miseria extrema, del cual nació la revolución de 1789?
Mientras no se puedan extender titulos de honradez, estaremos por la libertad profesional, que se trate de medicina, de farmacia, de ingenieria o de cualquier otra profesión.
En medio de la oscuridad periodística que reina, alumbrará de nuevo LA LINTERNA desde la primera semana de Julio, todos los jueves del año.
Es nuestro propósito al acercarle nuestro fósforo a LA LINTERNA, hacer gala de imparcialidad y alcanzar por tal camino, el favor del público que sabe encontrar entre la enredada madeja de las risas toda la amargura y el dolor que esconden los burlones cuando se ponen a mirar la vila.
El nuestro será, puestjun periódico serio que se presenta en traje cuajado de cascabeles, los cascabeles de la risa.
La risa nuestra será como los polvos de arroz con que ciertas viejas ocultan las arrugas de la cara.
Quisiéramos que los muñecos que hagan sus muecas grotescas en nuestras columnas, como aquellos de Benavente, dijeran poco y enseñaran mucho, enseñaran por lo menos a reir, que hacerlo sanamente es más difícil de lo que parece. reir han tocado. TODO POR DIEZ CENTIMOS falcó Hostase, Bibliotecas Setelah vəštoi 1848 ENQUIVN re Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Woni. Costa