Socialism

268 EOS EOS 269 las columnas de la puerta principal, la de la derecha; he vuelto algunas veces a ver aquella columna. Los transeuntes miraban de reojo aquel cartel, como si tuviesen miedo, y después de haberlo visto, redoblaban el paso.
Mi madre se detuvo y me dijo. Lee. Lei y decía. Imperio Francés. Por sentencia del primer Consejo de Guerra, han sido fusilados en el llano de Grenelle por conspiración contra el Imperio y el Emperador, los tres ex generales Malet, Guidal y Lahorie. Lahorie me dijo mi madre. Acuérdate. añadió. Era tu padrino.
Tal es el fantasma que yo descubro en las profundidades de mi infancia.
Esa figura es una de las que jamás han desaparecido de mi horizonte.
El tiempo, lejos de borrarla, la ha agrandado.
Alejándose ha crecido tanto más cuanto más distante se hallaba, lo que no es propio sino de las grandezas morales.
La influencia sobre mí ha sido imperecedera.
No en vano yo he tenido siempre desde niño la sombra de aquel proscripto ante la vista y he escuchado la voz del que debía morir diciendo estas palabras del derecho y del deber: Libertad.
Una palabra ha sido el contrapeso de toda una educación.
El hombre que hoy publica estas líneas, y que en los volúmenes «Antes del destierro. En el destierro y «Después del destierro. refiere su vida a sus contemporáneos, ha sufrido muchos errores. Espera contar sus peripecias, si Dios le da tiempo, bajo este título. Historia de las revoluciones interiores de una conciencia honrada. Todo hombre puede, si es sincero, rehacer el itinerario, para cada carácter variable, del camino de su vida. El, como ha dicho ya, es hijo de una vendeana, amiga de Mme. La Rochejaquelin, y de un soldado de la revolución del Imperio, amigo de Desaix, de Jourdan y de José Bonaparte; ha sufrido las consecuencias de una educación solitaria y compleja en la que un proscripto republicano replicaba a un sacerdote proscripto. Siempre ha habido en él el patriota bajo el vendeano; ha sido napoleónico en 1813, borbónico en 1814; como casi todos los hombres de principios de siglo, ha sido todo lo que el siglo fué: ilógico y probo, legitimista y volteriano, cristiano literario, bonapartista liberal, socialista a ciegas durante la monarquía, gradaciones reales, sorprendentes hoy; lo ha sido todo de buena fe siempre; se ha esforzado por rectificar siempre todas estas ilusiones; ha intentado todas las aproximaciones posibles a la verdad, y algunas veces se ha engañado a sí mismo; pero en medio de esas aberraciones, nunca de los pasos que dió hacia atrás ha dejado huella en sus obras; puede hacerse constar aquí y allí su influencia, pero él declara que nunca en los libros que ha escrito se hallará una sola palabra contra la libertad.
Ha luchado dentro de su inteligencia entre la monarquía que le había impuesto el sacerdote católico y la libertad que le había recomendado el soldado republicano; la libertad ha vencido.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.