236 EOS EOS 237 Universidad tanta parte como el Estado Mayor. La ciencia germánica, la primera de todas, está unida para siempre a lo que los revolucionarios latinos llaman desdeñosamente el militarismo. La fuerza, señora del mundo, es la que crea el derecho, la que impondrá nuestra civilización, única verdadera. Nuestros ejércitos son los representantes de nuestra cultura y en unas cuantas semanas librarán al mundo de su decadencia céltica, rejuveneciéndole.
El porvemir inmenso de su raza le hacia expresarse con un entusiasmo lirico. Guillermo I, Bismarck, todos los héroes de las victorias pasadas, le inspiraban veneración, pero hablaba de ellos como de dioses moribundos cuya hora habia pasado. Eran gloriosos abuelos de pretensiones modestas que se limitaron a ensanchar las fronteras, a realizar la unidad del Imperio, oponiéndose luego con una prudencia de valetudinarios a todos los atrevimientos de la nueva generación. Sus ambiciones no iban más allá de una hegemonia continental. Pero luego surgia Guillermo II, el héroe complejo que necesitaba el pais. Mi maestro Lamprecht dijo Hartrott ha hecho el retrato de su grandeza. Es la tradición y el porvenir, el orden y la audacia. Tiene la convicción de que representa la monarquía por la gracia de Dios, lo mismo que su abuelo. Pero su inteligencia viva y brillante reconoce y acepta las novedades modernas. Al mismo tiempo que romántico, feudal y sostenedor de los conservadores agrarios, es un hombre del dia, busca las soluciones prácticas, y muestra un espiritu utilitario a la americana.
En él se equilibran el instinto y la razón.
Alemania, guiada por este héroe, habia ido agrupando sus fuerzas y reconociendo su verdadero camino. La Universidad lo aclamaba con más entusiasmo aún que sus ejércitos. Para qué almacenar tanta fuerza de agresión y mantenerla sin empleo. El imperio del mundo correspondia al pueblo germánico. Los historiadores y filósafos, discipulos de Treitschke, iban a encargarse de forjar los derechos que justificasen esta dominacion mundial. Lamprecht, el historiador psicológico, lanzaba como los otros profesores el credo de la superioridad absoluta de la raza germánica. Era justo que dominase al mundo ya que ella sola dispone de la fuerza. Esta «germanización telurica» resultaria de inmensos beneficios para los hombres. La tierra iba a ser feliz bajo la dominación de un pueblo nacido para amo. El Estado alemán, potencia «tentacular. eclipsaria con su gloria a los más ilustres imperios del pasado y del presente. Gott mit uns. Dios está con nosotros. Quién podrá negar que, como dice mi maestro, existe un Dios cristiano germánico, el «Gran Aliado. que se manifiesta a nuestros enemigos los extranjeros como una divinidad fuerte y celosa. Desnoyers escuchaba con asombro a su primo, mirando al mismo tiempo a Argensola. Este, con el movimiento de sus ojos, parecia hablarle. Está loco decia. Estos alemanes están locos de orgullo.
Mientras tanto, el profesor, incapaz de contener su entusiasmo, seguia exponiendo las grandezas de su raza.
La fe sufre eclipses lusta en los espiritus más superiores. Por esto el kaiser providencial habia mostrado inexplicables desfallecimientos. Era demasiado bueno y bondadoso. Delicie generis humanis, como decia el profesor Lasson, también maestro de Hartrott. Pudiendo con su inmenso poderio aniquilarlo todo, se limitaba a mantener la paz. Pero la nación no queria detenerse y empujaba al conductor que la habia puesto en movimiento.
Inútil apretar los frenos: Quien no avanza retrocedes: tal era el grito del pangermanismo al emperador. Había que ir adelante hasta conquistar la tierra entera. la guerra viene continuo. Necesitamos las colonias de los demás, ya que Bismarck, por un error de su vejez testaruda, no exigió nada a la hora del reparto mundial, dejando que Inglaterra y Francia se llevasen las mejores tierras. Necesitamos que pertenezcan a Alemania todos los países que tienen sangre germánica y que han sido civilizados por nuestros ascendientes.
Hartrott enumeraba los paises. Holanda y Bélgica eran alemanas. Francia lo era también por los francos: una tercera parte de su sangre procedia de los germanos. Italia. Aqui se detenia el profesor, recordando que esta nación era una aliada, poco segura ciertamente, pero Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.