158 EOS EOS 159 cutada y resulta eficiente, es el cliente, el que se lleva la mejor parte en el intercambio. Siempre la intervención oportuna del Dentista vale muchas veces el valor por ella percibido.
Como contraste, me viene el recuerdo de un joven fatuo de veinte años, que fué donde un Ciru ano Dentista a averiguar el costo de la reparación de sus dientes. Hecho el examen se encontró bastante trabajo que hacer, y el Dentista estimó su valor en una suma equitativa. El petimetre ocurrió en seguida donde un empírico, que por medio precio, le extrajo todos las piezas superiores y le hizo unos dientes artificiales tan inadecuados que estaban siempre en evidencia, delatando el doble atentado contra la naturaleza y contra el arte; pero el sandio lucía ufanísimo, en su mano, una valiosa sortija con piedras preciosas, como adorno de su cuerpo; de un cuerpo que por mal entendida economía había sido horriblemente mutilado. Ah! si ese joven, con menos estrecho criterio, hubiera comprendido la gran verda que encierra la frase inmortal de Don Quijote. EN MUCHO MÁS SE HA DE ESTIMAR UN DIENTE QUE UN DIAMANTE. habría conservado sus dientes naturales en vez de usar diamantes en los dedos.
Niños: la luz de una aurora de tiempos mejores irradia ya; en todas las naciones cultas un movimiento generoso y eminentemente altruísta está dotando a las metrópolis de CLINICAS GRATIS PARA CUIDAR DE LOS DIENTES DE LOS NINOS POBRES QUE ASISTEN LAS ESCUELAS. Aquí muchos de los Dentistas residentes en el país, deseamos principiar un movimiento semejante; y es de esperarse, que no esté lejano el día, en que ese buen deseo se vea convertido en una consoladora realidad. Mientras tanto, espero que los niños que me han escucha io, retengan estas cosas fundamentales: Que sin una buena dentadura, no es posible conservar bien la salul, y que por tanto cada diente vale, en realidad, más que un diamante. Que el constante aseo y cuidado de la boca es indispensable para conservar la dentadura en buen estado y alejar al propio tiempo el gran peligro de la Tuberculosis y demás enfermedades infecciosas; que el niño que fuma, no sólo ensucia su boca, sino que enerva su inteligencia; y, en fin, que lo Limpio es lo que se acerca más a lo Divino. ojalá que esta asociación que hago de lo inoral con lo material les lleve a considerar la mentira como otra suciedad de la boca. Bella, buena y sana es la boca que sólo expresa la VERDAD y luce todo sus dientes naturales. San José de Noviembre de 1915.
Un observador perspicaz de las cosas de Alemania, el señor Lichtenberger, ha podido definir así al grupo católico. Más parece hoy un grupo de hábiles oportunistas que defendieran, con rara maestria, los intereses temporales del catolicismo, que un partido puramente idealista que persiguiera, de modo sistemático, la solución, en el sentido cristiano, de los grandes problemas internacionales, politicos y sociales de la hora actual.
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